Tener un cabello sano es una de las luchas constantes de las mujeres para verse y sentirse bien. Alisarlo, rizarlo y teñirlo son unas de las prácticas más comunes para lograr este objetivo.

La Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda que para mantener la buena salud de nuestro cabello debemos considerar la forma en que lo lavamos.

“Los productos que usas pueden contribuir en gran medida a mantener el cabello suave y brillante”, dicen.

Por ejemplo, sugieren que al lavarte el cabello, te concentres en limpiar principalmente el cuero cabelludo, en lugar de lavar todo el largo del cabello.

Al mismo tiempo aconsejan que la frecuencia con la que te lavas el cabello debe basarse en la cantidad de aceite que produce tu cuero cabelludo.

“El uso de un acondicionador puede mejorar significativamente el aspecto del cabello dañado o desgastado al aumentar el brillo, disminuir la electricidad estática, mejorar la fuerza y ​​ofrecer cierta protección contra los dañinos rayos UV”.

 

 

Qué hace la decoloración con nuestro cabello

Si eres de las que  elige cambiar de color de cabello, debes saber que, de acuerdo a la escala de colores que quieras lograr, es muy probable que debas decolorar (usando un decolorante u oxidante).

El sitio de productos capilares Philip Kingsley, explica que la lejía elimina el pigmento del tallo del cabello a través del proceso de oxidación.

El peróxido de hidrógeno y el amoníaco son los agentes blanqueadores más utilizados. A menudo se mezclan juntos, porque cuando se usan por separado, son inestables y muy lentos para aclarar el cabello.

No confíes del todo en esos productos con usan etiquetas “sin peróxido” pues aunque no lo contengan, seguramente incluyen otro agente oxidante, que puede ser igual de dañino a tus hebras.

La decoloración levanta la cutícula externa de tu cabello para permitir que el agente decolorante penetre por completo y hacerlo seguido, causará pérdida rápida y continua de humedad de las hebras.

El daño por decoloración incluye:

 

 

  • Cabello seco
  • Cabello quebradizo
  • Cabello inelástico
  • Cabello que es propenso a romperse
  • Cabello que es propenso a las puntas abiertas

El cabello decolorado también es más poroso y, por lo tanto, más vulnerable a otros peligros químicos y no químicos. Estos incluyen todo, desde peinados con calor con secadores y tenazas, hasta los efectos del sol, la lluvia y el viento.