Los asesores de campaña más cercanos de Donald Trump, altos funcionarios del gobierno e incluso su familia estaban desmontando sus afirmaciones falsas de fraude electoral en 2020 la noche de las elecciones, pero el presidente derrotado se estaba “distanciando de la realidad” y se aferraba a teorías extrañas a fin de mantenerse en el poder, de acuerdo con varias personas.
El exdirector de campaña de Trump, Bill Stepien, testificó el lunes ante el comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes que Trump estaba “cada vez más descontento” con los resultados de las elecciones a medida que avanzaba la noche.
El yerno de Trump, Jared Kushner, trató de mantenerlo alejado del abogado Rudy Giuliani y sus teorías sobre el fraude electoral que los asesores consideraban falsas.
Richard Donoghue, exfuncionario del Departamento de Justicia, recordó haber analizado una afirmación tras otra —desde un camión lleno de boletas en Pensilvania hasta una maleta con boletas perdidas en Georgia— y decirle a Trump que “gran parte de la información que está recibiendo es falsa”.
Él se estaba distanciando de la realidad”, subrayó el ex secretario de Justicia William Barr, que renunció. “Yo no quería formar parte de eso”.
Los testigos comparecieron ante el comité de la Cámara e Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero cuando el panel se enfoca en la “gran mentira”, las afirmaciones falsas de Trump sobre el fraude electoral que avivaron los intentos del derrotado presidente republicano de revocar las elecciones de 2020 y causaron que una turba de sus partidarios irrumpiera en el Capitolio de Estados Unidos.
La mayoría de quienes comparecieron lo hicieron a través de testimonios previamente grabados de entrevistas a puertas cerradas realizadas en el transcurso de la pesquisa de un año del panel. El comité entrevistó a unos 1.000 testigos y recopiló alrededor de 140.000 documentos, y algunos miembros dicen que han descubierto suficiente evidencia para que el Departamento de Justicia considere una acusación penal sin precedentes contra el expresidente.
El congresista Bennie Thompson, demócrata por Mississippi y presidente del comité, inició la audiencia del lunes señalando que Trump “traicionó la confianza del pueblo estadounidense” y “trató de permanecer en el cargo cuando la gente había votado a favor de su salida”.
Stepien iba a ser un testigo clave el lunes, pero anunció abruptamente que no se presentaría en la audiencia porque su esposa estaba en labor de parto. El exjefe de campaña sigue siendo cercano a Trump y había sido citado para comparecer.
Pero el panel siguió adelante y presentó testimonios grabados previamente del exdirector de campaña y otras personas cercanas al presidente cuando Trump se aferró a repetidas afirmaciones falsas sobre las elecciones, aunque su círculo más cercano le advirtió que las teorías de boletas robadas o máquinas de votación manipuladas no eran ciertas.
Stepien describió cómo cambió el ambiente festivo en la Casa Blanca la noche de las elecciones cuando Fox News anunció que Trump había perdido el estado de Arizona ante Joe Biden, y los asistentes trabajaron para asesorar a Trump sobre qué hacer a continuación.
Pero Trump hizo oídos sordos y prefirió escuchar a Giuliani, a quien varios testigos describieron como ebrio. Giuliani emitió una negación general el lunes, rechazando “todas las falsedades” que, dijo, se decían sobre él.
Stepien, en el testimonio grabado, dijo: “Mi creencia, mi recomendación fue decir que todavía se estaban contando los votos, es demasiado pronto para saberlo, demasiado pronto para declarar un ganador” .
Pero Trump “pensó que yo estaba equivocado. Él me lo dijo”.
Kushner testificó que le dijo a Trump que el enfoque que estaba tomando Giuliani no era el que él tomaría. Pero el presidente respondió que confiaba en el abogado.
Y Barr, que durante la audiencia de la semana pasada había testificado que dijo a Trump que las acusaciones planteadas eran tonterías, reveló con detalles cómo el presidente estaba “enojado como nunca lo había visto” cuando el secretario de Justicia explicó que el Departamento de Justicia no tomaría partido en las elecciones.
La audiencia del lunes también contó con otros testigos en persona, incluyendo a Chris Stirewalt, un exeditor político de Fox News Channel que declaró en la noche de las elecciones que Biden había ganado Arizona.
Thompson y la vicepresidenta del comité, la representante Liz Cheney, republicana por Wyoming, encabezaban la audiencia después que la exitosa sesión de la semana pasada atrajo a casi 20 millones de estadounidenses para ver sus conclusiones en horario de máxima audiencia.
Durante el último año, el comité ha investigado el ataque más violento contra el Capitolio desde la Guerra de 1812 a fin de garantizar que nunca vuelva a ocurrir. Los legisladores esperan demostrar que el intento de Trump de anular el triunfo electoral de Biden representó una grave amenaza para la democracia.
Un segundo grupo de testigos que testificará el lunes está compuesto por funcionarios, investigadores y expertos electorales que probablemente discutirán las respuestas de Trump a las elecciones, incluyendo docenas de impugnaciones judiciales fallidas, y cómo sus acciones se alejaron de las normas estadounidenses.
Entre estos testigos se encuentra el ex secretario de Justicia en Atlanta, BJay Pak, quien renunció abruptamente luego que Trump presionó a los funcionarios del estado de Georgia para anular su derrota presidencial. Trump quería despedir a Pak por desleal, pero Pak renunció después que se hizo público el exhorto de Trump al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, a “encontrar” votos suficientes para anular la victoria de Biden en el estado.
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