El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que duda que su homólogo ruso, Vladímir Putin, quiera poner fin a su guerra en Ucrania y expresó un nuevo escepticismo de que se pueda alcanzar pronto un acuerdo de paz. Apenas en la víspera, Trump había dicho que Ucrania y Rusia estaban “muy cerca de un acuerdo”.

“No había ninguna razón para que Putin estuviera lanzando misiles contra zonas civiles, ciudades y localidades, en los últimos días”, escribió Trump en una publicación en redes sociales mientras viajaba de regreso a Estados Unidos tras asistir al funeral del papa Francisco en el Vaticano, donde se reunió brevemente con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.

Trump también insinuó más sanciones contra Rusia.

“Me hace pensar que quizás no quiere terminar la guerra”, escribió Trump. “Tiene que ser tratado de forma diferente, ¿a través de ‘sanciones secundarias’ o de la ‘banca’? ¡¡¡Demasiadas personas se están muriendo!!!”.

Las nuevas dudas expresadas por Trump se producen mientras el mandatario y sus principales asesores intensifican su esfuerzo para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra que comenzó en febrero de 2022 cuando Rusia invadió Ucrania.

Las declaraciones también contrastaron fuertemente con la valoración positiva de Trump de que las dos partes estaban “muy cerca de un acuerdo” después de que su enviado especial, Steve Witkoff, se reuniera con Putin en Moscú el viernes.

La conversación entre Trump y Zelenskyy celebrada en el marco del funeral del papa fue el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes desde que discutieron durante una acalorada reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca a finales de febrero. Ese enfrentamiento llevó a la Casa Blanca a suspender brevemente la asistencia militar y el intercambio de inteligencia de Estados Unidos con Ucrania.

Días después de ordenar la pausa, Trump también anunció que estaba “considerando seriamente” imponer nuevas sanciones y aranceles a Rusia para tratar de incitar a Putin a negociar en serio. Trump aún no ha cumplido esa amenaza, algo que incluso algunos de sus aliados republicanos más acérrimos le están presionando para que haga. De hecho, cuando Trump anunció nuevos aranceles globales este mes, una de las principales economías a las que no apuntó fue la rusa.