El expresidente Donald Trump prometió “grandes deportaciones” en Springfield, Ohio, una ciudad que se ha convertido en un conflicto político porque varios republicanos, incluido el senador J.D. Vance, han difundido afirmaciones falsas sobre inmigrantes haitianos que comen mascotas en esa ciudad.
Trump aseguró el viernes que de ser elegido como presidente su plan de llevar a cabo la “mayor deportación (de inmigrantes) de la historia del país” comenzará en Springfield con destino a Venezuela.
“Esto es lo que puede decir: haremos deportaciones en masa desde Springfield. Vamos a sacar a esa gente. La vamos a llevar de vuelta a Venezuela”, dijo Trump en una rueda de prensa ofrecida en su club de golf en Palos Verdes, California.
En su opinión, los “haitianos ilegales” están destruyendo el modo de vida de los habitantes de esa zona.
Según el sitio web de la ciudad de Springfield, se estima que la población total de inmigrantes es de entre 12,000 y 15,000 en el condado de Clark, aunque no se indica de qué países son. La sección de preguntas frecuentes de su sitio web señala que los inmigrantes haitianos están allí legalmente bajo el Programa de Libertad Condicional para Inmigrantes.
Trump afirmó que se están vaciando “nidos de gente mala” en Estados Unidos, y lo calificó de “invasión desde dentro”.
“Vaciaron sus cárceles en Venezuela, vaciaron a sus criminales, vaciaron los nidos. Los llaman ‘nidos de gente mala’. Ahora todos están en Estados Unidos y se están apoderando de las ciudades. Es como una invasión desde dentro y vamos a tener la mayor deportación en la historia de nuestro país. Y vamos a empezar con Springfield y Aurora”, dijo Trump.
Trump lleva días expandiendo el bulo de que los haitianos se comen a los gatos y a los perros de los ciudadanos en Springfield.
Durante el debate presidencial del martes, Trump afirmó: “Muchas ciudades no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield la gente que vino se está comiendo a los perros, se está comiendo a los gatos, se está comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza”.
Esas acusaciones han provocado que la comunidad haitiana se vea señalada, recibiendo incluso amenazas de bombas que han obligado al cierre de escuelas en los últimos dos días y de otras instalaciones oficiales.
El propio presidente, Joe Biden, pidió hoy que cese esa retórica que está causando ataques contra la comunidad haitiana en el país.
“La comunidad haitiana estadounidense está bajo ataque en nuestro país en este momento. Es incorrecto. No hay lugar (para eso) en Estados Unidos. Lo que está haciendo tiene que parar, ¡tiene que parar!”, dijo Biden.
Trump usó gran parte de su conferencia de prensa para criticar a su contrincante electoral, la vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, acusándola de nuevo sin pruebas de facilitar la “mayor ola de tráfico sexual y trata de personas de la historia” con sus políticas en la frontera con México.
Trump consideró a Harris responsable del deterioro de la ley y el orden en California a través de sus políticas como fiscal general en ese estado (2011-2017) y como senadora del mismo (2017-2021).
Los dos candidatos se enfrentaron el martes en su primer debate electoral y Trump reiteró el viernes que no está interesado en participar en otro con Harrisy tachó de “lunáticos” a la demócrata y a los periodistas que moderaron el encuentro organizado por la cadena ABC.
“El debate fue genial, creo que lo hice muy bien, pero estaba luchando contra tres personas. Estaba luchando contra los locos radicales de izquierda de la ABC, en mi opinión los peores locutores que hay”, mencionó Trump.
Su encuentro del viernes con la prensa se dio un día después de que llevara a cabo un acto de recaudación de fondos en Los Ángeles, ciudad que es considerada por algunos expertos como el “cajero” de los partidos políticos por las altas sumas de dinero que logran recaudar en dicha ciudad para su campañas.
El jueves, el candidato republicano tuvo un mitin en Tucson, Arizona, uno de los estados clave para las presidenciales, y allí propuso eliminar los impuestos a las horas extra para incentivar el empleo.
La propuesta surge en un intento de ganar el voto de los trabajadores y se suma a otra anterior en la que planteaba eliminar los impuestos a las propinas en el sector servicios, una iniciativa que Harris formuló después, y tras lo que fue acusada de plagio por los republicanos.