Líderes republicanos pasaron gran parte de tres días eludiendo las denuncias de Donald Trump sobre las pasadas elecciones, o de plano lo ignoraron, uniéndose en respaldo a un mensaje diseñado para recuperar a los votantes que el expresidente alejó durante su mandato.

Pero al término de la Conferencia de Acción Política Conservadora de cuatro días, Trump les había recordado a aquellos que pretenden dar vuelta a la página que él sigue siendo la voz más poderosa de la política republicana.

Durante su discurso del sábado por la noche, el exmandatario indicó que tiene previsto postularse a la presidencia por tercera vez, en 2024. Atribuyó falsamente su derrota en los comicios de 2020 a un fraude electoral generalizado, del que no hay evidencias. Y el domingo fue el ganador indiscutible de una encuesta de preferencias sobre aspirantes presidenciales entre los asistentes a la conferencia.

“Lo hicimos dos veces, y lo volveremos a hacer”, declaró Trump con respecto a presentarse como candidato en los próximos comicios. De todas formas, ya ha se ha referido antes a lanzarse a hacer campaña para 2024, y su promesa esta vez no necesariamente pareció inamovible.

En un momento en que las tropas rusas que invaden Ucrania están enfrentándose con los soldados de ese país, Trump también calificó de “inteligente” al presidente de Rusia, Vladimir Putin.

“Por supuesto que es inteligente”, dijo Trump en sus declaraciones del sábado, redoblando los elogios hacia el líder ruso que muchos otros republicanos han evitado hacer tras la invasión. “Pero el verdadero problema es que nuestros líderes son tontos. Tontos. Muy tontos”.

Aunque Trump expresó su apoyo al pueblo ucraniano y calificó al presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, como un “hombre valiente”, también hizo notar que tiene vínculos con autócratas destacados. En concreto, señaló sus relaciones amistosas con el chino Xi Jinping y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.

Hasta que Trump habló, las mentiras sobre el fraude electoral, que fueron el tema central de la conferencia del año pasado, habían sido una idea secundaria entre los principales oradores. Nadie reprodujo la retórica aprobatoria de Trump hacia Putin. Y algunos de los principales republicanos ni siquiera mencionaron el nombre de Trump.

En cambio, los republicanos que se considera es más probable que intenten obtener la nominación presidencial republicana en 2024, y que no se apellidan Trump, se unieron en torno a una agenda que incluye un mayor control de las escuelas por parte de los padres, la oposición a los mandatos relacionados con la pandemia y un rechazo firme a la llamada cultura “woke”. El mensaje de más de media docena de funcionarios electos, dirigido a miles de activistas —en su mayoría blancos, en un evento que suele celebrar la retórica de extrema derecha_, no significa que el partido le haya dado la espalda al trumpismo.

Para nada. El expresidente fue un tema frecuente entre algunos de los oradores de menor perfil de la conferencia. En los pasillos se vendían camisetas que proclamaban “Trump ganó”.

Y en la encuesta realizada entre 2.574 asistentes a la conferencia, Trump obtuvo el 59%, seguido por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, con el 28%. Nadie más registró más del 2%.