La adopción de la dieta carnívora, que excluye todos los alimentos de origen vegetal en favor de un consumo exclusivo de carne y productos animales, ha ganado popularidad como una estrategia para la pérdida de peso. Esta dieta se basa en la teoría de que al reducir drásticamente los carbohidratos, el cuerpo se ve obligado a quemar grasa como fuente principal de energía, lo que lleva a una pérdida de peso significativa. Sin embargo, aunque los beneficios a corto plazo pueden ser atractivos para algunos, cada vez surgen más preocupaciones sobre los riesgos a largo plazo de esta dieta extremadamente restrictiva.
El doctor Rupy Aujla, médico de cabecera del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) y conocido por su podcast “The Doctor’s Kitchen”, ha expresado serias advertencias sobre los posibles peligros de la dieta carnívora. Aujla señala que, aunque es posible experimentar beneficios iniciales, como la pérdida de peso y el control de ciertas intolerancias alimentarias, los efectos negativos potenciales sobre la salud no pueden ser ignorados. Uno de los riesgos que menciona es el posible aumento en el riesgo de demencia y otras enfermedades cognitivas debido a los efectos que esta dieta podría tener sobre el cerebro.
La falta de estudios a largo plazo sobre los efectos de la dieta carnívora en humanos es uno de los puntos para Aujla. Él argumenta que, sin evidencia sólida sobre las consecuencias a largo plazo, adoptar una dieta tan extrema es “jugar con fuego”. La dieta carnívora puede desencadenar varios mecanismos en el cuerpo que aumentan el riesgo de deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares y una serie de otras afecciones graves.
El doctor Aujla se refiere a un estudio reciente realizado en ratones que sugiere que la adherencia prolongada a dietas cetogénicas o carnívoras puede tener efectos proinflamatorios y proenvejecimiento. El estudio encontró cambios significativos en órganos clave como el corazón y los riñones, donde la acumulación de células senescentes, conocidas como “células de la edad”, contribuye a la inflamación y toxicidad sistémica. Estas células, que el sistema inmunológico no elimina adecuadamente, pueden conducir a un estado de inflamación crónica en el cuerpo, un factor de riesgo conocido para diversas enfermedades, incluida la demencia.
Otro de los riesgos asociados con la dieta carnívora, según Aujla, es el aumento del colesterol LDL, comúnmente conocido como “colesterol malo”. Este tipo de colesterol, elevado por el consumo de grasa saturada presente en la carne animal, está directamente relacionado con un mayor riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas como la demencia. Un estudio que involucró a casi medio millón de personas encontró que cada porción adicional de carne roja procesada se asocia con un incremento en el riesgo de desarrollar demencia. Además, este estudio también reveló que la carne roja procesada está vinculada con un deterioro en la memoria y las habilidades cognitivas.
El impacto de la dieta carnívora no se limita al aumento del colesterol y la inflamación. También puede resultar en una deficiencia de nutrientes esenciales debido a la exclusión completa de grupos de alimentos. Por ejemplo, la falta de fibra dietética, que es fundamental para la salud digestiva, puede llevar a problemas como el estreñimiento, desequilibrios en el microbioma intestinal y un mayor riesgo de enfermedades crónicas. Un microbioma intestinal desequilibrado, condición conocida como disbiosis, ha sido vinculado con enfermedades neurodegenerativas, incluido el Alzheimer.
Aunque la dieta carnívora puede ofrecer beneficios temporales, las advertencias sobre sus riesgos a largo plazo no deben tomarse a la ligera. La ausencia de estudios exhaustivos en humanos y la evidencia emergente de efectos negativos sobre la salud cardiovascular, cerebral y general, sugieren que quienes siguen esta dieta podrían estar comprometiendo su salud futura. El doctor Aujla insta a los individuos a considerar cuidadosamente estos riesgos antes de adoptar un enfoque tan restrictivo en su alimentación.