Una mexicana que mató a un hombre al defenderse cuando la atacó y violó en 2021 fue sentenciada a más de seis años de prisión, una decisión que su abogado calificó de “discriminatoria” y prometió que apelará.
El fallo contra Roxana Ruiz desató indignación entre expertos y grupos feministas, que dijeron que pone de manifiesto la profundidad de la violencia de género y el deficiente historial de México en hacer que los autores de violencia sexual rindan cuentas de sus delitos.
“Sería un mal precedente si este fallo de condena subsistiera. Está dando un mensaje a las mujeres de que sabes que la ley autoriza que te defiendas, pero hasta cierto límite”, expresó el martes Ángel Carrera, abogado de Ruiz. “Te violaron sexualmente, pero no tenías derecho a hacer nada”.
The Associated Press no suele nombrar a las víctimas de abusos sexuales, pero Ruiz dio su autorización para ser identificada y participa en manifestaciones públicas encabezadas por activistas que la apoyan.
Aunque el tribunal del Estado de México determinó el lunes que Ruiz había sido violada, falló que la joven de 23 años era culpable de homicidio con un uso excesivo de defensa legítima, y añadió que golpear al hombre en la cabeza habría sido suficiente para defenderse. Ruiz también recibió la orden de pagar más de 16.000 dólares en reparación de daños a la familia del hombre que la violó.
En mayo de 2021, Ruiz trabajaba vendiendo papas a la francesa en Nezahualcóyotl, uno de 11 municipios del Estado de México que se encuentran bajo una alerta de género por feminicidios y otra por desapariciones forzadas de mujeres.
Mientras tomaba una cerveza con una amiga, Ruiz —una mujer indígena mixteca y madre soltera oriunda del estado de Oaxaca— conoció a un hombre que había visto en el vecindario. Después de salir, él le ofreció acompañarla a su casa y posteriormente le pidió quedarse a pasar la noche porque era tarde y estaba lejos de su hogar.
En un ataque de pánico, Ruiz puso el cuerpo del hombre en una bolsa y lo arrastró hasta la calle, donde unos policías que pasaban por allí la detuvieron.
A pesar de decirle a la policía que había sido violada, Carrera dijo que nunca le realizaron un examen forense, un paso crucial para procesar los casos de violencia sexual. En lugar de eso, un agente respondió que probablemente en un principio ella quiso tener relaciones sexuales con el hombre y que luego cambió de parecer, de acuerdo con el abogado.
“Me arrepiento de lo que hice, pero de no haberlo hecho, yo sería hoy la muerta”, comentó Ruiz a la AP en una entrevista el año pasado. “Es evidente que el Estado nos quiere calladas, nos quiere sumisas, nos quiere encerradas, nos quiere muertas”.