Una valla metálica de más de 2 metros de altura instalada por la policía rodea desde la noche del miércoles el Tribunal Supremo de Estados Unidos, después de las protestas a favor y en contra del aborto que llevan días teniendo lugar frente a la corte.

Además de la valla, que da la vuelta entera al edificio, la calle de acceso permanece cortada al tráfico y un gran número de agentes controlan el cruce de los viandantes.

Frente al Supremo había todavía esta tarde un reducido grupo de manifestantes, en su mayoría partidarios del derecho al aborto, repitiendo sin descanso la consigna «Nuestros derechos no se debaten». Algunos curiosos que pasan por la zona se unen a ellos momentáneamente.

También se estaba manifestando un número algo menor de personas contrarias al derecho a interrumpir el embarazo. Uno de ellos portaba una cruz con las palabras «Jesús te ama» y una gorra roja de la campaña del expresidente Donald Trump con el eslogan «Make America Great Again».

Aunque ambos grupos se enzarzan regularmente en discusiones, los agentes apostados frente al tribunal aseguraron a Efe que las protestas están siendo tranquilas, más allá de «algunos alborotadores aquí y allá».

Una de las manifestantes proelección dijo a Efe que no ve motivo para que se instale la valla, ya que las protestas están siendo completamente pacíficas. «No sé por qué la habrán puesto».

Los agentes de policía también explicaron que no esperan que la valla tenga efecto a la hora de disuadir más manifestaciones. Un agente confirmó que el grupo de personas apostadas a las puertas se ha mantenido más o menos igual desde el miércoles, aunque por las tardes suele acudir más gente.

Las autoridades de Washington son mucho más precavidas a la hora de controlar multitudes desde el asalto al Capitolio del 6 de enero, en el que una turba de manifestantes, la mayoría simpatizantes de Donald Trump, trataron de detener la ratificación de la victoria del presidente estadounidense, Joe Biden.

Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos.

Las protestas frente al Supremo llevan teniendo lugar desde el lunes por la noche, cuando se filtró el borrador de un fallo que revocaría la tradicional protección legal del aborto en Estados Unidos, dejando en manos de los estados la potestad de prohibirlo o permitirlo.

El Supremo ha confirmado la autenticidad del borrador, si bien ha aclarado que no es una decisión definitiva. Está previsto que la sentencia final se conozca a mediados del verano.