Los votantes decidirán si la sede de la compañía de cohetes de Elon Musk, SpaceX, en el sur de Texas, se convertirá oficialmente en una ciudada conocida como Starbase, cumpliendo el sueño del multimillonario de contar con un punto de referencia galáctico para un programa que espera que algún día lleve astronautas a Marte.
La aprobación es casi un hecho. La mayoría de las 283 personas elegibles para votar son empleados de SpaceX o están conectadas con la empresa, y viven dentro de las instalaciones.
Al cierre de la votación anticipada el martes, ya habían votado alrededor de 200 personas, según los registros electorales del condado de Cameron. La lista no incluía a Musk, quien votó en el condado para las elecciones presidenciales de noviembre. Se desconoce si Musk tiene la intención de participar en la votación del sábado.
El éxito electoral sería una victoria personal para Musk. Su popularidad ha disminuido desde que se convirtió en la cara pública —con todo y motosierra en mano— de los recortes federales de empleados y gastos del gobierno del presidente Donald Trump, y las ganancias de su compañía de automóviles Tesla han caído en picada.