Tim Walz y JD Vance arremetieron el martes contra los compañeros de fórmula del otro durante un debate vicepresidencial que inició con una discusión sobre los crecientes problemas a nivel nacional e internacional: Un huracán que arrasó con gran parte del sureste de Estados Unidos y los temores de que se produzca una guerra regional en Oriente Medio.
Tanto el demócrata Walz, gobernador de Minnesota, como el republicano Vance, senador por Ohio, centraron muchas de sus líneas de ataque, en buena parte cordiales, en los candidatos a la presidencia, como suele ocurrir en los debates vicepresidenciales. Cada uno apuntó a las crisis del momento como un motivo para que los votantes elijan a la vicepresidenta Kamala Harris o al expresidente Donald Trump en noviembre.
El debate se llevó a cabo en las últimas semanas de una campaña electoral que ha estado definida por ataques fuertes y personales, así como convulsiones históricas, incluido el abandono de un candidato y dos intentos de asesinato en contra de otro. Las encuestas señalan que Harris y Trump están enfrascados en una reñida contienda mientras empieza la votación anticipada en distintos puntos del país, lo que da más peso a todo lo que pueda influir en los votantes indecisos, incluida la impresión que dejen los candidatos a la vicepresidencia.
Pese al tono más suave del debate, hubo algunos destellos de las fracturas políticas que amenazan la democracia estadounidense. Vance pasó por alto el asalto al Capitolio federal del 6 de enero y repitió la negación electoral de Trump al negarse a reconocer que el presidente Joe Biden ganó la carrera en 2020.
Pero durante gran parte del resto de la noche, los dos candidatos mostraron un tono notablemente más amistoso que el enfrentamiento entre Trump y Harris o, a principios de este año, el enfrentamiento entre Trump y Biden antes de que éste abandonara su intento de reelección tras una actuación desastrosa.
En un momento en el que Walz dijo que su hijo adolescente había presenciado un tiroteo en un centro comunitario, Vance expresó empatía.
“Lo siento por eso. Cristo ten piedad”, dijo Vance.
“Lo agradezco”, respondió Walz.
En otras partes del debate, Vance intentó suavizar su imagen, relajando su discurso típicamente enérgico y agresivo y reconociendo que los espectadores podrían no estar de acuerdo con él o con Trump. Discutió las ideas de Trump con pulcritud, evitando al mismo tiempo que se le inculpara sobre las partes más controvertidas del historial del expresidente. Su actuación encantó de inmediato al equipo de campaña de Trump y a muchos de sus aliados.
Por su parte, Walz indicó que Trump se equivocaba en cuanto a los problemas del país y lo retrató como un gobernante caótico. Vance le rebatió en cada respuesta y defendió al hombre al que alguna vez criticó duramente.
El debate comenzó con una discusión sobre Oriente Medio, donde las fuerzas militares israelíes están luchando contra el grupo político-paramilitar libanés Hezbollah e Irán ha lanzado misiles hacia Israel. En la Franja de Gaza, las fuerzas israelíes siguen con sus combates contra Hamás tras el asalto del 7 de octubre en el sur de Israel.
“Lo que es fundamental aquí es que el liderazgo estable será de importancia”, dijo Walz en respuesta a una pregunta sobre la situación en Oriente Medio. “Y el mundo lo vio en ese debate de hace unas semanas, un Donald Trump de casi 80 años de edad hablando sobre el tamaño de las multitudes no es lo que necesitamos en este momento”.
En su réplica, Vance alegó que Trump es una figura intimidante cuya presencia en la escena internacional es su propio elemento disuasorio.
“El gobernador Walz puede criticar los tuits de Donald Trump, pero la inteligente y eficaz diplomacia y la paz a través de la fuerza son la forma de devolver la estabilidad a un mundo muy dividido”, afirmó.
El debate en Nueva York, organizado por la cadena CBS News, comenzó con un tono sobrio que reflejaba la creciente preocupación nacional e internacional en materia de seguridad. Pero dio paso a ataques más agudos tanto de Walz como de Vance, y a un momento en el que los moderadores interrumpieron la discusión apagando los micrófonos de los dos aspirantes.