El Gobierno talibán condenó este martes el ataque con un dron estadounidense en Kabul que durante este fin de semana mató al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahir, aunque no se refirieron en ningún momento al destacado yihadista, y afirmaron que se trató de una violación del acuerdo de Doha con Estados Unidos.

El Gobierno talibán “condena enérgicamente este ataque, que se produjo por el motivo que fuera, y lo considera una clara violación del derecho internacional y del acuerdo de Doha”, aseguró el principal portavoz islamista, Zabiullah Mujahid, en un comunicado.

Estos ataques “repiten la experiencia fallida de los últimos 20 años y van en contra de los intereses de Estados Unidos, Afganistán y la región. Repetir esas acciones dañará las posibles oportunidades” de estabilizar la región, anotó el portavoz.

En el acuerdo de Doha firmado en febrero de 2020 entre Estados Unidos y los talibanes se acordó la retirada completa de las fuerzas estadounidenses de Afganistán después de dos décadas de conflicto, que concluyó hace un año tras la toma de Kabul por los islamistas.

Sin embargo, la salida de EEUU se hacía bajo la condición, entre otros puntos, de evitar que Afganistán volviera a convertirse en santuario de terroristas como ocurrió durante su anterior régimen entre 1996 y 2001, marcado por el apoyo a Osama bin Laden y los ataques del 11-S, algo que aparentemente incumplieron los talibanes.

Pero los islamistas evitaron referirse al objetivo del ataque, que como anunció horas antes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se trataba de Al Zawahiri, sucesor de Bin Laden al frente de Al Qaeda tras su muerte en 2011 en una operación estadounidense en Pakistán.

El ataque se produjo el domingo por la mañana en un área residencial de Kabul, y en un principio el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Abdul Nafi Tekor, había asegurado a Efe que no se produjeron víctimas y desconocía el origen del bombardeo.

Solo este martes Mujahid reveló que, tras una investigación de los servicios de inteligencia de los talibanes, se pudo confirmar que se trató de un bombardeo de un dron estadounidense.

Según la Casa Blanca, Al Zawahiri fue asesinado cuando se encontraba en el balcón de la residencia en la que se alojaba y un dron le disparó dos misiles Hellfire. Únicamente el líder de Al Qaeda murió en la operación, y no hubo ningún daño colateral.

El líder de Al Qaeda se trasladó a la capital afgana junto a su familia a principios de este año procedente de Pakistán y, de acuerdo con EEUU, el septuagenario todavía constituía una amenaza para los ciudadanos, intereses y seguridad nacional de Estados Unidos por lo que con su muerte “se ha hecho justicia”. EFE