Con el aumento de las tensiones en Medio Oriente, las fuerzas estadounidenses en la región enfrentan mayores amenazas. Un buque de guerra de la Armada, por ejemplo, derribó el jueves un misil que presuntamente iba dirigido hacia Israel, y bases estadounidenses en Irak y Siria fueron repetidamente blancos de ataques con drones.

Posteriormente, un funcionario estadounidense dijo que a primeras horas del viernes se había producido un ataque con cohetes contra fuerzas estadounidenses y de la coalición en un centro de apoyo diplomático cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad. De acuerdo con las evaluaciones iniciales, se dispararon dos cohetes, dijo el funcionario, quien destacó que uno de ellos fue interceptado por un sistema defensivo y el otro impactó en un depósito desocupado.

El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato para comentar informes que aún no se han hecho públicos, dijo que no se reportaron víctimas.

En el primer caso, el USS Carney, un destructor de la Armada emplazado en el norte del Mar Rojo, interceptó tres misiles crucero y varios drones que fueron lanzados por las fuerzas hutíes en Yemen. Las acciones del Carney representaron potencialmente los primeros disparos del Ejército estadounidense en defensa de Israel en este conflicto.

El general de brigada Pat Ryder, secretario de Prensa del Pentágono, dijo a los periodistas que los misiles se dirigían “potencialmente” hacia Israel, pero que Estados Unidos no había terminado de evaluar cuál era su objetivo.

Un funcionario estadounidense dijo que no creen que los misiles —que fueron derribados sobre el agua— estuvieran dirigidos al buque de guerra estadounidense. El funcionario habló bajo condición de anonimato para hablar de operaciones militares que aún no se habían anunciado.

Sin embargo, en los últimos tres días se han producido otros ataques con drones contra bases estadounidenses, incluido uno en el sur de Siria el jueves que causó heridas leves.

El brote de violencia se produce tras una explosión en un hospital de Gaza en la que murieron cientos de personas y que desencadenó protestas en varios países musulmanes. El ejército israelí ha bombardeado Gaza sin tregua en represalia por el ataque de Hamas en el sur de Israel hace casi dos semanas, pero ha negado tener responsabilidad en la explosión del hospital de Al Ahli, y Estados Unidos ha declarado que la evaluación de sus servicios de inteligencia es que Tel Aviv no es culpable.

Sin embargo, en los últimos días, varios grupos milicianos de la región —desde Hezbollah hasta los hutíes— han expresado su apoyo a los palestinos y han amenazado a Israel. Desde el martes, se han lanzado al menos cuatro ataques con drones contra instalaciones militares estadounidenses en Irak y Siria, donde las tropas estadounidenses entrenan a las fuerzas de defensa locales y apoyan la misión de lucha contra el grupo Estado Islámico.