Los investigadores federales que estudian la causa de la colisión en enero entre un avión de pasajeros y un helicóptero del Ejército estadounidense cerca de Washington, D.C., en la que murieron 67 personas, recomendaron el martes prohibir algunos vuelos en helicóptero, afirmando que la configuración actual “plantea un riesgo inadmisible”.

La presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), Jennifer Homendy, presentó estadísticas alarmantes para subrayar el peligro que ha existido durante años cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan y expresó su enojo porque fue necesaria una colisión en el aire para que se hiciera evidente.

En poco más de tres años, dijo, hubo 85 incidentes cercanos en los que unos pocos metros (pies) en la dirección equivocada podrían haber resultado en el mismo tipo de accidente que ocurrió el 29 de enero, cuando el helicóptero militar colisionó con un avión de American Airlines sobre el río Potomac mientras el avión se acercaba al aeropuerto.

La junta de seguridad federal determinó que la distancia de separación existente entre aviones y helicópteros en el aeropuerto es “insuficiente y representa un riesgo inadmisible para la seguridad de la aviación”, afirmó Homendy.