El gobierno de Joe Biden incrementó el respaldo federal a las pruebas de detección del coronavirus en las escuelas en un intento por mantenerlas abiertas en pleno repunte de la variante ómicron.
La Casa Blanca anunció el miércoles que se destinarán 5 millones de tests rápidos y 5 millones de pruebas PCR de laboratorio para las escuelas a partir de este mes para compensar su escasez y promover la reapertura segura de los centros educativos. Esto se suma a los más de 10.000 millones de dólares dedicados a tests en escuelas, autorizados en el paquete de medidas de alivio por el COVID–19, y los alrededor de 130.000 millones comprometidos en esa misma ley para mantener a los niños en la escuela.
La nueva iniciativa coincide con las crecientes críticas a la Casa Blanca por las largas filas y la escasa disponibilidad de los test, y luego de que el tercer distrito escolar público del país, en Chicago, canceló las clases durante varios días por el enfrentamiento entre profesores y autoridades por las políticas de reapertura. Esta medida fue un revés para Biden, quien hizo de la reanudación de las clases presenciales — y de su mantenimiento — una prioridad.
“Hemos sido muy claros, en público y en privado, en que queremos ver las escuelas abiertas”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el lunes, citando la enorme cantidad de fondos para educación como una evidencia de que el gobierno se aseguró de que “estábamos preparados y teníamos los recursos necesarios para hacer frente a lo que quiera que pueda surgir sea en pandemia”.
Los nuevos tests cubren a una pequeña parte de los más de 50 millones de estudiantes y educadores en los centros de todo el país. El gobierno espera que las pruebas cubran las necesidades críticas de los centros que tienen problemas para conseguir pruebas a través de la financiación federal existente o que sufren brotes de la nueva variante ómicron, más contagiosa.
Según la Casa Blanca, los estados podrán solicitar las pruebas de inmediato y éstas estarán disponibles para su uso a finales de mes.
Por otra parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades tienen previsto publicar esta semana nuevas directrices para que las escuelas implementen las políticas de “pruebas de permanencia”, que emplean pruebas rápidas de detección del coronavirus para mantener en las aulas a los contactos cercanos de positivos.