El presidente Joe Biden volvió a pedir a los congresistas que avancen con un plan para ofrecer un camino a la ciudadanía al menos para los ‘dreamers’, trabajadores agrícolas y otros trabajadores esenciales durante la pandemia de COVID-19, además de abogar y prometer por mayor seguridad en la frontera con México.
Al hablar sobre mayor seguridad fronteriza, el mandatario señaló que Estados Unidos puede mantener “encendida la antorcha de la Estatua de la Libertad” al ofrecer opciones de protección permanente a ciertos inmigrantes, no habló de los 11 millones.
“[Hay que] proporcionar un camino hacia la ciudadanía para dreamers, aquellos con estatus temporal [TPS], trabajadores agrícolas y trabajadores esenciales”, expresó el mandatario.
También urgió a los congresistas modificaciones legislativas para asegurar visas de trabajo.
“[Hay que] revisar nuestras leyes para que las empresas tengan los trabajadores que necesitan y las familias no esperen décadas para reunirse”, señaló. “No sólo es lo correcto, es lo económicamente inteligente”.
Habló de ello como una reforma migratoria, la cual destacó que recibe el apoyo de varios sectores, incluidos sindicatos y líderes empresariales.
“Es por ello que la reforma migratoria cuenta con el apoyo de todos, desde los sindicatos hasta los líderes religiosos y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos”, afirmó.
Sin embargo, el mayor reto se encuentra en su propio partido en el Congreso. Concretamente, el Senado no ha logra ningún acuerdo para avanzar con un plan para inmigrantes y, a decir de organizaciones civiles, la reforma migratoria integral solamente sería posible con el apoyo bipartidista.
Según las proyecciones de organizaciones como el Center for American Progress, la protección de inmigrantes que fueron trabajadores esenciales, donde también se contemplaría a ‘dreamers’ y gente con TPS beneficiaría a unos cinco millones de personas, indica un reporte de junio del 20221, el cual también destacó los beneficios económicos.
Hasta ahora, en el Congreso no hay discusión sobre un plan migratorio. La reciente propuesta impulsada por la republicana a republicana María Elvira Salazar (Florida), no tiene respaldo expreso ni siquiera de otros de sus colegas.
Seguridad en la frontera
Un momento álgido del discurso del Estado de la Unión del presidente Biden, al que llegó con un bajo nivel de aceptación, fue cuando habló de la seguridad fronteriza, pues incluso opositores como el republicano Ted Cruz (Texas) se levantaron de su asiento para celebrar las intenciones.
“Si queremos promover la libertad y la justicia, necesitamos asegurar la frontera y arreglar el sistema de inmigración“, enfatizó el mandatario. “Podemos hacer ambas cosas. En nuestra frontera, hemos instalado nueva tecnología, como escáneres de última generación, para detectar mejor el contrabando de drogas”.
Agregó que ha habido patrullajes conjuntos coordinados con los gobiernos de México y Guatemala, lo cual habría detenido caravanas migrantes, aunque el presidente se refirió a “traficantes de personas”.
Afirmó que avanza en la mejoras en tribunales migrarorios, donde hay más de 1.6 millones de casos pendientes, pero no todos serán prioridad.
“Estamos implementando jueces de inmigración específicos para que las familias que huyen de la persecución y la violencia puedan escuchar sus casos más rápido”, afirmó.
Habló del nuevo sistema de refugio y asilo, el cual funcionaría desde los países de origen de quienes buscan protección en EE.UU.
“Estamos asegurando compromisos y apoyando a socios en América del Sur y Central para acoger a más refugiados y asegurar sus propias fronteras”, expresó.
Desconfían de promesas
Los defensores de inmigrantes creen poco en las palabras del presidente Biden, al considerar que ha incumplido con sus promesas. El movimiento nacional United We Dream (Unidos Soñamos) acusó que mientras el mandatario destaca apoyo a migrantes aumenta las deportaciones.
“Con las deportaciones y expulsiones que continúan aumentando, no se puede ocultar la injusticia racial que la Administración Biden continúa cometiendo contra las comunidades de color todos los días”, acusó Greisa Martinez Rosas, directora ejecutiva de ese grupo. “El presidente Biden pidió una mayor vigilancia a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, a pesar de la abrumadora evidencia y los testimonios de nuestras comunidades que prueban una y otra vez los efectos dañinos y mortales de la tecnología de vigilancia”.
Este miércoles, los activistas protestan frente a la Casa Blanca, donde colocaron un mensaje que acusa la deportación de dos millones de inmigrantes bajo el actual gobierno.