Los ácaros y otros microorganismos que causan alergias, asma y otros problemas respiratorios encuentran en la cama, las sábanas, las almohadas y los cobertores el lugar perfecto para acurrucarse, vivir y reproducirse, con los consiguientes costos para tu salud. Por eso es fundamental saber cada cuánto hay que lavar la ropa de cama para evitar ácaros y alergias, sobre todo con la primavera a la vuelta de la esquina.

Mona Gohara, dermatóloga certificada con práctica en Connecticut, le dijo a Well+Good que es necesario lavar sábanas, edredones y fundas cada dos semanas, pues esperar más puede hacer que “las bacterias, la suciedad y la mugre se acumulen, lo que hace que la irritación de la piel sea un riesgo ligeramente mayor”. Esta rutina de limpieza es necesaria incluso si se usa una sábana entre el cuerpo y el edredón.

El intervalo para lavar la ropa de cama puede reducirse a una semana si una persona tiene piel grasa o algún problema dermatológico, o bien, si en la cama conviven niños y mascotas, o si se acostumbra dormir con las ventanas abiertas en temporadas calurosas que también son de alergias.

También la temperatura a la que se hace el lavado es importante, por lo que lo mejor es usar altas temperaturas, idealmente 40 grados Farenheit (60 grados centígrados) para que los ácaros del polvo mueran. Esto puede hacer una gran diferencia para quienes padecen alergias y asmas.

Los productos con los que se lava también son importantes para la salud de la piel y las vías respiratorias. Se recomienda usar menos detergente del que está marcado en la etiqueta para evitar excesos y tratar de buscar un suavizante natural, pues el uso de detergentes y suavizantes que suelen contener aditivos químicos no son lo mejor ni para la piel ni para la lavadora, donde propician el crecimiento de moho y hongos.

Los expertos sugieren que lo ideal es buscar un detergente sin fragancia, sin alérgenos y sin colorantes. Para las manchas localizadas, lo mejor es usar un spray antimanchas a base de enzimas, que ayudan a descomponer las sustancias de las que están hechas.