La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó declarar a Steve Bannon en desacato del Congreso por desafiar una citación del panel que investiga el violento asalto al Capitolio del 6 de enero.

En una rara muestra de bipartidismo en el pleno de la cámara baja, el representante demócrata Bennie Thompson, presidente del panel, encabezó el debate junto con la republicana Liz Cheney. Aun así, la votación fue de 229-202, con la mayoría de los republicanos votando “no”, pese a las potenciales consecuencias para el Congreso si se permite que los testigos ignoren sus demandas.

La votación envía el asunto a la fiscalía federal en Washington, donde les corresponderá ahora a los fiscales decidir si presentan la causa a un jurado investigador para cargos criminales.

La división partidista sobre la citación a Bannon — y sobre la investigación del panel en general — es un ejemplo de las tensiones que siguen dominando el Congreso nueve meses después del ataque al Capitolio. Los demócratas han prometido una investigación exhaustiva del asalto en el que centenares de partidarios de Trump rebasaron las barreras policiales, hirieron a decenas de policías e interrumpieron el proceso de certificación del conteo de votos que le dio la victoria a Joe Biden en la elección presidencial.

Los legisladores en el panel investigador dicen que actuarán decididamente y con presteza para castigar a quienes no cooperen con la pesquisa.

“No permitiremos que nadie descarrile nuestro trabajo, porque nuestro trabajo es demasiado importante”, dijo Thompson antes de la votación.

Los republicanos llaman el proceso una “cacería de brujas”, dicen que es una pérdida de tiempo y argumentan que el Congreso debería concentrarse en asuntos más importantes.

El representante Jim Banks, que encabezó la oposición republicana en el debate, dijo que la pesquisa era “una investigación criminal ilícita a ciudadanos estadounidenses” y dijo que Bannon es “el coco del partido demócrata”.