Los miembros del Congreso de Estados Unidos empezaron a abandonar Washington el jueves sin haber llegado a un acuerdo para aprobar un paquete de ayuda para la guerra de Ucrania, pero los negociadores en el Senado y el gobierno del presidente Joe Biden aún trabajaban a toda prisa para concretar un pacto en seguridad fronteriza que ayude a destrabar el estancamiento antes de que concluya el año.
El Senado tenía previsto volver a reunirse la próxima semana con la esperanza de aprobar un paquete de 110.000 millones de dólares en asistencia para Ucrania, Israel y otros temas de seguridad nacional y finalizar un acuerdo para implementar nuevas restricciones sobre las solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos. Pero la cámara baja no mostró indicio alguno de regresar para avanzar la iniciativa por el pleno del Congreso.
Si los legisladores no llegan a un acuerdo durante las festividades de fin de año, el gobierno federal se vería obligado a depender de un cada vez más escaso suministro de fondos para Ucrania. Hasta el momento, la asistencia ha sido vital para la defensa de Ucrania ante la invasión rusa, pero un envalentonado Vladímir Putin, el presidente de Rusia, ratificó horas antes el jueves sus objetivos en el conflicto.
























