La variante delta del coronavirus, identificada por primera vez en India, se ha propagado rápidamente alrededor del mundo.

Debido a que es altamente contagiosa, esta variante está provocando nuevos brotes en algunos países, particularmente entre las personas no vacunadas.

Y esto ha llevado a que muchos gobiernos impongan nuevas restricciones.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que la delta es más transmisible que el virus del resfriado común y el de influenza, y los virus que causan viruela, MERS, SARS y ébola.

En un documento interno obtenido por el New York Times, los CDC indican que la mayor propagación de casos con pronósticos severos está ocurriendo en lugares con tasas bajas de vacunación.

En julio, el organismo indicó además que las personas vacunadas también pueden transmitir la variante delta, lo cual no se cree que esté ocurriendo con otras variantes del virus SARS-Cov-2.

Propagación

La variante delta, también conocida como B.1.6172, se ha destacado por su capacidad para replicarse más rápidamente que otras.

En junio, cuando la delta era la variante dominante en Reino Unido, el epidemiólogo Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, le dijo a la prensa que esta variante es casi un 60% más transmisible que la variante alfa (B.1.1.7), que fue detectada por primera vez en Inglaterra.

Y actualmente en Estados Unidos, esta variante es responsable de más del 80% de las infecciones en ese país, principalmente entre personas no vacunadas, indican los CDC.

“Si no estás vacunado, por favor debes tomar la variante delta con seriedad”, indicó la doctora Rochelle P. Walensky, directora de los CDC, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca a fines de julio.

“Este virus no parece tener incentivos para amainar y sigue buscando la siguiente persona vulnerable que pueda infectar. Por favor piensa en vacunarte y en tomar precauciones hasta que puedas inmunizarte”.

Los expertos subrayan, sin embargo, que las vacunas aprobadas contra COVID-19 que se están utilizando en Estados Unidos, Europa y otros países parecen ser efectivas para contener la propagación de la variante delta.

Pero la Organización Mundial de la Salud está alentando a que incluso las personas vacunadas continúen usando mascarillas, debido a las altas tasas de transmisión de la variante delta y a la escasez de vacunas en partes del mundo.

Una de las principales razones por las que esta variante comenzó a propagarse rápidamente por todo el mundo fue su capacidad para burlar los controles fronterizos y las medidas de cuarentena.

Incluso en Australia, que se había destacado por sus estrictos controles fronterizos, ya se han detectado casos de la variante delta.

Otra razón de la propagación es el relajamiento de las restricciones y la “fatiga” del distanciamiento social que muchas personas están experimentando alrededor del mundo.