A medida que la crisis de adicciones y sobredosis que padece Estados Unidos desde hace dos décadas se vuelve aún más mortal, los gobiernos estatales buscan formas de detener la destrucción provocada por el fentanilo y otros opioides sintéticos.

En las legislaturas de todo el país, los legisladores están aprobando leyes en dos frentes: reducir el riesgo para los usuarios y aumentar las sanciones por traficar con fentanilo o mezclarlo con otras drogas. Fiscales estatales republicanos están pidiendo más acciones federales y algunos gobernadores republicanos están desplegando a la Guardia Nacional para detener el flujo de fentanilo desde México.

“Es una línea muy fina entre ayudar a la gente y lograr que deje las drogas, y al mismo tiempo encarcelar y sacar de las calles a los traficantes de drogas”, dijo Nathan Manning, un senador estatal republicano en Ohio que está patrocinando una legislación al respecto.

La urgencia aumenta debido al impacto cada vez mayor de las drogas. El año pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que, por primera vez, más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en un período de 12 meses. Alrededor de dos tercios de las muertes estaban relacionadas con el fentanilo y otras drogas sintéticas, que pueden ser entre 50 y 100 veces más potentes que la morfina, la heroína o los opioides recetados.

El caso reciente de cinco cadetes de West Point que sufrieron una sobredosis de cocaína mezclada con fentanilo estando de vacaciones en Florida volvió a poner de relieve los peligros y la omnipresencia de la crisis del fentanilo.

Los precursores químicos de las drogas se envían en gran parte desde China a México, donde gran parte del suministro ilícito de fentanilo se produce en laboratorios antes de pasar de contrabando a Estados Unidos.

Si bien los usuarios a veces buscan específicamente el fentanilo, éste y otros sintéticos con propiedades similares a menudo se mezclan con otras drogas o se transforman en píldoras adulteradas, por lo que los usuarios a menudo no saben que lo están tomando.

Expertos dicen que las tiras reactivas pueden ayudar a prevenir sobredosis accidentales de drogas adulteradas con fentanilo. Las tiras se entregan a cambio de agujas y, a veces, en conciertos u otros eventos donde se espera la venta o consumo de drogas.