El escándalo en el que se encuentra envuelto Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, está afectando cada día más al mandatario con cuestionamientos de opositores, al tiempo que investigaciones avanzan.

La portavoz de la Casa Blancla, Jen Psaki, ha sido cuestionada en varias ocasiones sobre el tema, intentado desmarcar al mandatario, incluso se le preguntó si el presidente apoyaría el nombramiento de un fiscal especial.

“El presidente nunca ha tenido una conversación con el Departamento de Justicia sobre ninguna investigación sobre ningún miembro de su familia”, afirmó Psaki. “Lo dijo durante la campaña y lo seguirá cumpliendo”.

Agregó que si el Departamento de Justicia decide nombrar a un fiscal especial, esa sería una decisión “independiente”.

“Te sugeriría acudir al Departamento de Justicia para conocer los pasos adicionales que tomarían. Tomarían esas decisiones de forma independiente”, especificó.

Las finanzas de Hunter Biden están bajo investigación, según reportes de The New York Times y The Washington Post.

La indagatoria es dirigida por un fiscal federal en Wilmington, en Delaware, pero hasta el momento el hijo del presidente Biden no ha sido acusado de algún delito, aunque hay registros que hay problemas fiscales por al menos $450,000 dólares.

También el Post indicó que la empresa china CEFC China Energy y sus ejecutivos habían pagado $4.8 millones de dólares a entidades controladas por el hijo del presidente.

Los críticos del mandatario demócrata han intentado establecer un nexo entre las acciones de Hunter y su padre, pero hay nada en firme.

Por otro lado, el FBI se enfrentó a críticas porque se desconoce dónde está la laptop de Hunter Biden que se entregó a autoridades federales, donde supuestamente hay varias pruebas de sus negocios con entidades extranjeras.

El Buró de Investigaciones ha sido criticado por los republicanos, al considerar que no han indagado propiamente el escándalo del hijo del presidente y posibles negocios turbios en Europa del Este, incluida Ucrania y Rusia.