El papa Francisco llegó a Indonesia el martes en el inicio del viaje más largo de su pontificado, con la esperanza de alentar a su comunidad católica y celebrar la tradición de armonía entre religiones en un país con la mayor población musulmana del mundo.

Tras un vuelo nocturno desde Roma, Francisco bajó del avión en su silla de ruedas y llegó a la pista para una ceremonia de bienvenida bajo el perenne cielo brumoso, húmedo y contaminado de Yakarta.

Dos niños vestidos con ropas tradicionales le entregaron un ramo de hortalizas, frutas, especias y flores.

Francisco tenía previsto descansar el resto del día, dados los rigores de un viaje de 11 días en el que se desplazará entre husos horarios, y que también incluye visitas a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. No obstante, el Vaticano señaló que el pontífice de 87 años se reunió con un grupo de refugiados, migrantes y enfermos en la residencia del Vaticano en la capital indonesia.

Fuera de la residencia, fue recibido por simpatizantes deseosos de ver al primer Papa que visita el país desde San Juan Pablo II en 1989.