Las islas del norte del Caribe se preparaban el martes para lo que podría ser la tormenta Fred.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió alertas por tormenta tropical para las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico, donde los expertos esperaban que el posible ciclón se fortaleciera el martes hasta convertirse en la sexta tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico.
Lo más importante hoy es estar preparado, declaró el gobernador puertorriqueño Pedro Pierluisi, agregando que no se minimizará el potencial de este evento. “Esperamos mucha lluvia”, agregó.
República Dominicana y Haití, así como el sur de Bahamas, podrían recibir el impacto el miércoles. Se pidió a la población en Florida estar atentos a las noticias, aunque aún no estaba claro hacia dónde podría moverse la tormenta durante la semana.
Ha pasado más de un mes desde que se formó la quinta tormenta con nombre, el huracán Elsa, pero esta suele ser la época de más actividad en la temporada de huracanes.
El centro de huracanes emitió advertencias para Puerto Rico, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y República Dominicana en la costa sur desde Punta Palenque hacia el este y en la costa norte desde Cabo Francés Viejo hacia el este. Había un aviso para Martinica, Guadalupe, Saba y San Eustaquio, y la costa norte de La Española, desde Cabo Francés en República Dominicana hasta Gonaives, Haití.
Las Islas Turcas y Caicos y el sureste de Bahamas también están bajo vigilancia de tormenta tropical, incluidas las islas Acklins, Crooked, Long Cay, Inaguas, Mayaguana y Ragged.
El meteoro mostraba vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros (35 millas) por hora con ráfagas más fuertes y estaba 350 kilómetros (220 millas) al este-sureste de Ponce, Puerto Rico, de acuerdo con los meteorólogos.
Se espera que la tormenta descargue un total de entre 5 y 10 centímetros (de 2 a 4 pulgadas) de lluvia sobre las Islas de Sotavento, Islas Vírgenes y Puerto Rico, con hasta 15 centímetros (6 pulgadas) en algunos puntos. Las lluvias podrían provocar inundaciones en entornos urbanos y desbordar arroyos, así como aludes de lodo en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico.