El férreo control de Donald Trump en el Partido Republicano ha sido claro desde el día que anunció que se iba a volver a postular a la presidencia hace 14 meses. Puede notarse en el giro ideológico del partido, que se ha ido más hacia la derecha en temas culturales, y, particularmente, en las políticas en materia de inmigración.
Los republicanos de Iowa lo reflejaron claramente el lunes por la noche, dando al expresidente una rotunda victoria. Canalizaron su enojo y su postura de que básicamente todo lo que ha hecho el presidente Joe Biden ha sido un “desastre”. Aproximadamente 9 de cada 10 votantes dijeron que quieren una transformación o un cambio significativo en la manera en la que opera el gobierno, de acuerdo con AP VoteCast, una encuesta que incluyó a más de 1.500 votantes que señalaron que planeaban participar en los caucus.
A pesar de lo contundente de su victoria, Iowa no es conocido por desempeñar un papel de creador de reyes en el proceso de nominación republicano. Y los votantes de Nueva Hampshire no toman en consideración lo que ocurre en Iowa.
























