El gobierno del presidente Donald Trump pondrá fin a un programa que protegía de la deportación a cerca de 350,000 venezolanos, dejándoles apenas dos meses antes de que pierdan su derecho a trabajar en Estados Unidos.

La orden de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afecta a 348.202 venezolanos que cuentan con el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), el cual está programado a expirar en abril. La cifra representa aproximadamente la mitad de los cerca de 600.000 beneficiarios del programa. Se tiene previsto que el resto de las personas pierdan sus protecciones a finales de septiembre.

El anuncio se publicará el miércoles y entrará en vigor 60 días después.

Se trata de una de las más recientes acciones del gobierno federal en contra del sistema de inmigración, mientras los funcionarios intentan cumplir con las promesas de imponer medidas más enérgicas contra las personas que viven en el país sin autorización legal y llevar a cabo el mayor operativo de deportación en la historia de Estados Unidos.

La noticia desató un caos entre los venezolanos que viven y trabajan en Estados Unidos.