La Reserva Federal de Estados Unidos subió este miércoles la tasa de interés en un cuarto de punto, en un nuevo movimiento para intentar mantener a raya la inflación.
Los inversores y economistas habían anticipado ampliamente el aumento de un cuarto de punto, o incluso una pausa, en medio del colapso del sector bancario.
Antes de la decisión, había distintos escenarios que podía marcar la Fed: continuar con su campaña agresiva de subidas de tasas de interés para enfriar una inflación que triplica el objetivo del banco central del 2%; tomarse un tiempo para evaluar cómo ha afectado esta campaña al sistema bancario; o dividir la diferencia y subir las tasas un 0,25% para mostrar su compromiso tanto con la lucha contra la inflación como con la estabilidad del sistema financiero.
En lugar de subir las tasas durante más tiempo, algunos economistas incluso preveían recortes a finales de año si la crisis bancaria provoca una recesión.