Es verdad: después de un encuentro entre las sábanas muchos hombres simple y fácilmente se quedan dormidos. ¿Esto es una señal de desinterés, de aburrimiento quizá? Contrariamente a lo que piensan muchas mujeres, existe una verdad científica que explica por qué los hombres se duermen después de tener relaciones, y es más un tema de química que de comportamiento masculino.

Es bien sabido que los procesos químicos naturales de hombres y mujeres son distintos, y por ello reaccionamos y nos comportamos de manera diferente… y esos minutos después del sexo no son la excepción, independientemente de su desempeño en la cama.

Investigadores del Programa de Informes sobre Ciencias, Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Nueva York utilizaron tomografías por emisión de positrones (TEP) para encontrar que, una vez que han logrado el orgasmo, los hombres liberan un coctel de sustancias químicas entre las que se encuentran norepinefrina, serotonina, oxitocina, vasopresina, óxido nítrico y prolactina, una hormona que, entre otras funciones, media el tiempo de recuperación de los hombres entre una erección y otra. De hecho, los hombres que producen menos prolactina logran una segunda erección más rápido que quienes la liberan en mayor cantidad.

Esta liberación de prolactina durante el orgasmo puede ser la causante de que los hombres se sientan somnolientos justo después del acto sexual, y también existe una diferencia importante entre los orgasmos masculinos alcanzados durante un encuentro sexual y los orgasmos alcanzados durante la masturbación: “Por razones desconocidas, los orgasmos sexuales liberan cuatro veces más prolactina que los orgasmos masturbatorios”, explican los expertos en un artículo publicado en LiveScience. Además, la oxitocina y la vasopresina producen un estado de relajación que reduce el estrés.

Para reconfortar a las mujeres que pueden sentirse contrariadas por la actitud somnolienta de su pareja después del sexo, sepan que los investigadores señalan que un hombre relajado al terminar ese momento de intimidad ha dejado de lado la ansiedad y el miedo para tranquilizarse y dejar que el sueño les haga su presa.