El presidente Joe Biden lanzó su plan contra las llamadas “armas fantasma”, aquellas que son imposibles de rastrear, pero con las cuales se comente un alto número de homicidios en los Estados Unidos.

“El Departamento de Justicia de los Estados Unidos está declarando ilegal que una empresa fabrique uno de estos kits [de armas] sin un número de serie“, dijo el presidente. “Será ilegal que un comerciante de armas con licencia los venda sin una verificación de antecedentes”.

Departamento de Justicia anunció la publicación en el Registro Federal de la regla final de “marco o receptor”, que moderniza la definición de arma de fuego.

“Estas armas son las armas elegidas por muchos criminales… Vamos a hacer todo lo que podamos para privarlos de esa opción”, expuso el mandatario en la Casa Blanca.

El presidente nominó al exfiscal federal en Ohio, Steve Dettelbach, para que se desempeñe como jefe de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la cual no ha tenido un director confirmado por el Senado desde 2015.

Cuando sea implementada, la regla aclarará que todas las piezas que permitan construir en un arma de fuego estarán sujetas a regulaciones similares a las de armas fabricadas de origen.

“Estas actualizaciones reglamentarias ayudarán a frenar la proliferación de ‘armas fantasma’, que a menudo se ensamblan a partir de kits, no contienen números de serie y se venden sin verificación de antecedentes, lo que las hace difíciles de rastrear y fáciles de adquirir por parte de los delincuentes”, indica la dependencia a cargo de Merrick Garland.

En qué consiste el plan

La medida ocurre a un año de que el presidente Biden emitiera una orden ejecutiva para implementar acciones concretas con este tipo de armas.

“Esta regla dificultará que los delincuentes y otras personas prohibidas obtengan armas imposibles de rastrear, ayudará a garantizar que los agentes del orden público puedan recuperar la información que necesitan para resolver delitos, y ayudará a reducir la cantidad de armas de fuego imposibles de rastrear”, dijo Garland.

La regla entra en vigencia 120 días a partir de la fecha de publicación en el Registro Federal. Se trata de cuatro acciones concretas.

(1) Evitar evitar que las armas se vendan a delincuentes convictos y otros compradores prohibidos, por lo que la regla deja en claro que los minoristas deben realizar verificaciones de antecedentes penales antes de vender kits que contengan las piezas necesarias para que una persona fabrique un arma fácilmente.

(2) La regla actualiza la definición de “marco o receptor”, aclarando lo que se debe marcar con un número de serie, incluso en kits de armas de fuego fáciles de construir.

(3) La autoridad establece requisitos para que los comerciantes de armas de fuego y armeros con licencia federal tengan un número de serie agregado a las armas impresas en 3D u otras armas de fuego no serializadas en su inventario.

(4) Los minoristas de armas deberán conservar los registros durante el tiempo que tengan la licencia, es decir, esto será más de los 20 años obligatorios al momento.

Un problema creciente

Desde enero de 2016 hasta diciembre de 2021, la ATF recibió aproximadamente 45,240 informes de presuntas armas de fuego de fabricación privada (PMF, en inglés), las cuales fueron recuperadas por agencias policiacas.

En ese cuadro se incluyen 692 investigaciones de homicidio o intento de homicidio realizados con armas indetectables.

El problema tuvo un crecimiento exponencial en los últimos seis años, según estadísticas del AFT, ya que mientras en 2016 se lograron recuperar 1,758 equipos; el siguiente año la cifra pasó a 2,552; luego a 3,960; después a 7,517; pero en 2020 la cifra aumentó a 10,109 y el pasado año fiscal (2021) casi se duplica, al ser de 19,344.

“Durante la última década, la ATF no ha podido rastrear miles de armas de fuego, muchas supuestamente utilizadas en homicidios u otros delitos violentos, porque los registros ya habían sido destruidos”, reconoce el Departamento.