El líder republicano del Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, criticó al Comité Nacional Republicano por censurar a dos legisladores republicanos de la Cámara que investigan la “insurrección violenta” del 6 de enero de 2021, diciendo que no es trabajo del partido vigilar las opiniones de los legisladores.

Mientras el expresidente Donald Trump restó importancia al ataque de sus partidarios el año pasado, el peor contra el Capitolio en dos siglos, el Comité Nacional Republicano votó la semana pasada para censurar a los representantes Liz Cheney de Wyoming y Adam Kinzinger de Illinois en la reunión de inverno del partido en Salt Lake City. Los dos republicanos forman parte de una comisión de la Cámara liderada por demócratas que está investigando el asedio y ha citado a muchas personas del círculo íntimo del expresidente.

La resolución del Comité Nacional Republicano que censura a Cheney y Kinzinger acusó al panel de la Cámara de liderar una “persecución de ciudadanos comunes involucrados en un discurso político legítimo”, palabras que provocaron la indignación de los demócratas y el firme rechazo de varios senadores republicanos. Los alborotadores que irrumpieron en el Capitolio a través de ventanas y puertas golpearon brutalmente a los agentes del orden público e interrumpieron la certificación de la victoria del presidente Joe Biden sobre Trump.

“Fue una insurrección violenta con el propósito de tratar de evitar la transferencia pacífica del poder después de una elección legítimamente certificada de una administración a la siguiente”, dijo McConnell el martes. Agregó que todavía tiene confianza en la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, pero “la cuestión es si el Comité debería o no señalar a los miembros de nuestro partido que pueden tener puntos de vista diferentes a los de la mayoría. Ese no es el trabajo del Comité Nacional Republicano”.

La disputa es el último tira y afloja dentro del partido sobre temas que McConnell y otros ven como políticamente beneficiosos y de los que preferirían hablar en un año electoral -la inflación, por ejemplo- versus el discurso sobre la insurrección y las mentiras electorales de Trump.