El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador endureció el martes su postura frente a la decisión de Estados Unidos de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas y afirmó que está considerando no asistir al encuentro.

“Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del gobierno de México, pero no iría yo”, dijo López Obrador al cuestionar la decisión de Washington de no invitar a algunos países a la cumbre que se realizará en junio en Los Ángeles e indicó que en su lugar podría asistir el canciller Marcelo Ebrard.

Al ser preguntado sobre cuál es el mensaje que quiere enviar el gobernante respondió que “no quiero que continúe la misma política en América y quiero en los hechos hacer valer la independencia, la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal. No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos, para unirnos”.

“Nadie tiene el derecho de excluir”, afirmó tajante López Obrador y lanzó la pregunta “¿de dónde son los no invitados…son de otro continente, son de otra galaxia, de un planeta no conocido?

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes al ser consultada sobre la posibilidad de que los representantes de Nicaragua, Venezuela y Cuba sean ser excluidos de la Cumbre de las Américas que “no se ha tomado una decisión final”.

“Aún no hemos tomado una decisión sobre quién será invitado y aún no se han emitido invitaciones”, indicó Psaki durante una conferencia de prensa.

Si bien no se ha hablado de un boicot mexicano la ausencia del mandatario sería un golpe a la cumbre. La administración Joe Biden ha trabajado durante meses para generar entusiasmo y consenso en la región antes de la reunión. Los miembros de su gabinete han estado visitando la región para instar a los aliados en América Latina a reforzar los controles migratorios y expandir sus propios programas de asilo.

López Obrador descartó que su posible inasistencia a la cumbre pueda crear fricciones con el gobierno de Biden alegando que su homólogo estadounidense “siempre ha sido respetuoso” y recordó que México y Estados Unidos “son países independientes y tenemos una relación de amistad”.

En marzo, cuando Biden recibió al presidente colombiano Iván Duque en la Casa Blanca, instó a definir “un nuevo marco respecto de cómo las naciones de toda la región pueden administrar de manera colectiva la inmigración en el hemisferio occidental”.

“Nuestra meta será firmar una declaración regional sobre la migración y la protección en junio, en Los Ángeles, cuando Estados Unidos sea sede de la Cumbre de las Américas”, dijo Biden.

Dicha cooperación será fundamental ya que Estados Unidos lucha con un gran número de migrantes que llegan a su frontera sur y se prepara para levantar una restricción de solicitudes de asilo a fines de este mes que se espera atraiga aún más migrantes.

Los líderes de las naciones caribeñas también discutieron un boicot colectivo a la cumbre y criticaron el plan de Estados Unidos de invitar al líder opositor venezolano Juan Guaidó.