El uso de melatonina para conciliar el sueño es una práctica que se ha incrementado en los últimos años, pero los expertos advierten que el uso de esta hormona para dormir tiene más riesgos que beneficios en el largo plazo, y se relaciona con el desarrollo de la demencia y una muerte temprana.

Existe melatonina de venta libre, por lo que es fácil conseguirla en comparación con medicamentos somníferos que sólo se venden con prescripción médica. Y aunque a menudo se ofrece como un producto “natural”, porque el organismo la produce por sí mismo, en realidad se trata de una hormona que se consume de manera externa y que puede tener consecuencias en la salud como mareos, dolores de cabeza, calambres estomacales, somnolencia, confusión, náuseas, irritabilidad, ansiedad, depresión, hipotensión, y puede interactuar con otros medicamentos.

Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association analizó los datos de 55,021 adultos estadounidenses con una edad promedio de 47.5 años entre 1999 y 2018, y encontró que los estadounidenses están consumiendo más del doble de melatonina que hace 10 años.

Además los adultos están incrementado las dosis recomendadas de 5 miligramos. A esto contribuye que algunas de las píldoras de venta libre pueden contener una dosis mayor de la declarada en el empaque, pues la melatonina no está completamente regulada por la Food and Drug Administration (FDA).

No es una vitamina ni una hierba, es una hormona

“El contenido real de melatonina en los suplementos comercializados puede ser hasta un 478% más alto que el contenido etiquetado”, escriben los investigadores y, adicionalmente, “la evidencia que respalda el uso de melatonina para los trastornos del sueño es débil”. Algunas investigaciones señalan que usar melatonina sólo ayuda a conciliar el sueño entre cuatro y ocho minutos antes.

Los usuarios de esta sustancia deben saber que, a pesar de lo que diga el marketing o el etiquetado, la melatonina no es un suplemento herbal ni una vitamina, sino una hormona que naturalmente se produce en la glándula pineal, que se ubica en las profundidades del cerebro. A largo plazo se desconocen sus efectos en la salud de adultos e incluso de los niños, pero sí se han observado indicios de demencia y muerte prematura.

Cómo dormir mejor

Los expertos señalan que es mejor realizar algunas prácticas de higiene de sueño para superar el insomnio, como:

– Evitar las pantallas al menos una hora antes de ir a la cama.

– No consumir cafeína por la tarde-noche.

– Mantener el dormitorio fresco, a una temperatura de entre 60 y 67 grados Farenheit (15 a 20 grados centígrados).

– Tener un ritual antes de dormir como tomar un baño caliente, meditar, hacer yoga o hacer respiraciones profundas.

– Acostarse y despertar a la misma hora todos los días.