La ciudad de Nueva York desplegará miles de agentes de Policía, unidades de detección de bombas y perros adiestrados durante el 20 aniversario del 11S con el objetivo de evitar un nuevo ataque terrorista, pese a que las autoridades han aclarado que no existe ninguna amenaza concreta.

«Tenemos unas medidas combinadas muy fuertes y resistentes. (…) Miles de agentes, tanto uniformados como de paisanos, junto con detección de bombas, metralletas, perros y muchas, muchas otras cosas», explicó este viernes el comisario de la Policía de Nueva York (NYPD), Demort Shea.

En una rueda de prensa conjunta con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, Shea apuntó que estas medidas no tiene el objetivo de «alarmar» a la población», sino de asegurar que no se produce ningún incidente.

«Nueva York es segura. Deben salir y disfrutar de las vistas», agregó el comisario, que se unió al mensaje emitido también por Hochul y De Blasio de que no existe ninguna amenaza concreta.

«No hay ninguna amenaza específica ni creíble contra la ciudad de Nueva York en estos momentos. La Policía de Nueva York está vigilando, no diariamente ni a cada hora, sino minuto a minuto», dijo De Blasio en su intervención junto al resto de cargos, que estaban protegidos por media docena de agentes armados con metralletas a sus espaldas.

El alcalde insistió en que las autoridades tienen «una misión de proteger las vidas de todos y cada uno de los neoyorquinos».

Pese a sus palabras previas, añadió después: «Las amenazas son reales. Son reales y consistentes, que es la razón por la que debemos estar atentos».

De Blasio también señaló que la marcada presencia policial no se va a ver solo en la Zona Cero, sino por «toda la ciudad», puesto que se considera que el lugar de los atentados no es el único «objetivo en potencia».