A muchas personas les cuesta trabajo dejar de consumir alimentos ricos en grasa y azúcar para poder perder o mantener su peso; sin embargo, un nuevo fármaco promete prevenir el aumento de masa corporal aún con la ingesta de ese tipo de comida.

Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (UT Health San Antonio) han desarrollado un fármaco de molécula pequeña que previene el aumento de peso y las alteraciones hepáticas adversas en ratones alimentados con una dieta occidental rica en azúcares y grasas durante toda la vida.

“Cuando administramos este fármaco a los ratones durante un breve periodo, empiezan a perder peso. Todos adelgazan”, afirma el doctor Madesh Muniswamy, catedrático de Medicina de la Facultad de Medicina Joe R. y Teresa Lozano Long del Centro de Ciencias de la Salud.

La importancia del magnesio para el metabolismo

El equipo de investigadores descubrió el fármaco estudiando primero cómo afecta el magnesio al metabolismo, es decir, a la producción y consumo de energía en las células. Esta energía, denominada ATP, alimenta los procesos corporales.

El magnesio es el cuarto elemento más abundante en el organismo después del calcio, el potasio y el sodio, y desempeña muchas funciones clave para la salud, como la regulación del azúcar y la tensión arterial y la formación de los huesos. Pero los investigadores descubrieron que un exceso de magnesio ralentiza la producción de energía en las mitocondrias, que son las centrales energéticas de las células.

“Pone el freno, simplemente ralentiza”, afirma el coautor Travis R. Madaris, estudiante de doctorado del laboratorio Muniswamy en UT Health San Antonio.

La supresión de MRS2, un gen que promueve el transporte de magnesio a las mitocondrias, dio lugar a un metabolismo más eficiente del azúcar y la grasa en las centrales energéticas. El resultado: ratones delgados y sanos.

Además, los tejidos hepático y adiposo (grasa) de los roedores no mostraron indicios de enfermedad del hígado graso, una complicación relacionada con la mala alimentación, la obesidad y la diabetes de tipo 2

El fármaco, que los investigadores denominan CPACC, consigue lo mismo. Restringe la cantidad de magnesio que se transfiere a las centrales. En los experimentos, el resultado fue de nuevo: ratones delgados y sanos. UT Health San Antonio ha presentado una solicitud de patente sobre el fármaco.

”Un fármaco capaz de reducir el riesgo de enfermedades cardiometabólicas, como el infarto de miocardio y el ictus, y de reducir también la incidencia del cáncer de hígado, que puede seguir a la enfermedad del hígado graso, tendrá una enorme repercusión. Continuaremos su desarrollo”, agregó Muniswamy.