Las fuerzas británicas abandonaron Kabul el sábado, lo que pone fin a una operación de evacuación de Reino Unido y su participación militar de 20 años en Afganistán.

El primer ministro Boris Johnson elogió el esfuerzo “heroico” de evacuación, aunque el gobierno reconoció que fueron dejados atrás algunos civiles afganos que tenían los méritos para ser desalojados. El principal oficial castrense británico admitió que “no pudimos sacar a todos”.

El gobierno del Reino Unido indicó el sábado en la noche que unos 1.000 efectivos que estuvieron a cargo del puente aéreo para rescatar a ciudadanos británicos y civiles afganos habían partido del aeropuerto de Kabul, horas después del último vuelo de desalojo de civiles. La mayoría de los países, a excepción de Estados Unidos, de antemano se han marchado.

Antes de su partida, el embajador británico en Afganistán, Laurie Bristow, dijo desde el aeropuerto de Kabul que “ya era hora de concluir esta fase de la operación”.

“Sin embargo, no hemos olvidado a las personas que todavía necesitan salir”, declaró Bristow en un video difundido en Twitter. “Continuaremos haciendo todo lo que podamos para ayudarlos. Tampoco hemos olvidado al pueblo valiente y respetable de Afganistán. Merece vivir en paz y con seguridad”.

Gran Bretaña aseguró haber evacuado más de 15.000 personas de Kabul en las últimas dos semanas, pero que hasta 1.100 afganos que tenían los méritos para ser evacuados fueron dejados atrás. Algunos legisladores británicos que estuvieron intentando ayudar a civiles y sus familias de sus respectivos distritos consideran que la cifra real es mayor.

“No hemos podido sacar a todos, y eso ha sido desgarrador. Ha habido algunas decisiones muy difíciles que se han tenido que tomar en el lugar”, dijo a la BBC el jefe de las fuerzas armadas británicas, el general Nick Carter.

Civiles extranjeros de diversos países y los afganos que trabajaron con ellos han intentado salir del país desde que el Talibán tomó velozmente el poder este mes tras la partida de las fuerzas estadounidenses. Aproximadamente 117.000 personas han sido evacuadas desde el aeropuerto de Kabul, según funcionarios estadounidenses.

El éxodo desesperado y caótico se tornó mortal el jueves, cuando un atacante suicida hizo estallar sus explosivos entre una multitud reunida cerca del aeropuerto de Kabul. En el ataque murieron al menos 169 afganos y 13 efectivos estadounidenses. Dos ciudadanos británicos y el hijo de otro británico también fueron contados entre los fallecidos.

En Londres, numerosos afganos acudieron desesperados a la Asociación de Afganistán y Asia Central, un centro de asesoría, para conocer noticias sobre sus amigos y parientes.

Saraj Deen Safi dijo haberse comunicado con parientes que estaban cerca del aeropuerto de Kabul desde el ataque explosivo del jueves. Expresó confianza en que pudieran llegar a salvo a algún país europeo, si bien manifestó su “desesperación” ante la falta de noticias.

Aunque Gran Bretaña ha evacuado a miles de exintérpretes y demás gente que trabajaba con las fuerzas británicas, la coordinadora del programa de asesoría para la asociación en Londres, Shabnam Nasimi, dijo estar “devastada” por tantas personas que fueron “abandonadas”.