A una diversidad de comida mexicana, se le llama “comida inteligente o platillos sabios”; se les ha denominado así porque conforman una dieta saludable y son culturalmente pertinentes, según explica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tlacoyos, quesadillas, sopes, gorditas, sopas, pozole, tostadas, enfrijoladas y guacamole, son algunas de las preparaciones considerados platillos inteligentes de la cocina mexicana.

La UNAM señala que un platillo sabio o inteligente debe integrar productos de diferentes grupos de alimentos, por ejemplo, cereales como el maíz y el trigo, leguminosas (frijol, lentejas, habas), vegetales, cantidades moderadas de productos de origen animal que aportan proteínas e incluye una amplia variedad de frutas y verduras, azúcares y grasas.

El pozole, uno de los platillos tradicionales de la cocina mexicana, se consume desde la época prehispánica y es un plato completo e inteligente que aporta todos los nutrientes necesarios para la hora de la comida.

En 2018, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) calificó al pozole como comida saludable, siempre que se consuma de forma moderada y se evite la crema y botanas para acompañarlo. El pozole incluye maíz (cereal), vegetales como la lechuga, la cebolla, el rábano, el orégano y el chile, además de proteína de origen animal y vegetal.

De acuerdo con Laura Moreno Altamirano, profesora del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, la mayoría de los alimentos típicos mexicanos, son ricos en fibras, minerales y antioxidantes.

Entre los alimentos nutritivos y saludables estan la calabaza, el chayote, el chilacayote, el aguacate, la flor de calabaza, los nopales, el tomate verde, el jitomate, el quelite, el quintonil, los ejotes, y mucho más, tanto autóctonos como provenientes del mestizaje.

La cocina tradicional mexicana es considerada fue declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

La UNESCO reconoce que la cocina tradicional mexicana es modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales.

La UNAM también destaca que la gran diversidad culinaria actual en México tiene un origen mestizo debido a la influencia de otros países, y cuenta con un gran número de productos y alimentos accesibles con los que se ha logrado desarrollar una cocina muy variada y nutritiva.