El presidente ruso Vladimir Putin apareció el viernes en un enorme mitin en un estadio de Moscú repleto de personas que ondeaban banderas, y se deshizo en elogios hacia sus tropas que luchan en Ucrania, tres semanas después de que inició una invasión que ha llevado a pérdidas rusas más grandes de las esperadas en el campo de batalla y a un gobierno cada vez más autoritario en casa.

Mientras tanto, el líder de la delegación rusa en las conversaciones diplomáticas con Ucrania dijo que las partes han reducido sus diferencias. La parte ucraniana dijo que su posición no había cambiado.

El mitin en Moscú se produjo mientras las tropas rusas seguían arremetiendo contra las ciudades ucranianas, incluida la capital, Kiev, y atacaban una instalación de reparación de aviones en las afueras de Leópolis, cerca de la frontera con Polonia.

“Hombro con hombro, se ayudan y apoyan mutuamente”, manifestó Putin sobre las fuerzas del Kremlin en una rara aparición pública desde el inicio de la guerra. “Hacía tiempo que no estábamos así de unidos”, añadió entre vítores de la multitud.

La invasión ha provocado un estallido de protestas contra la guerra dentro de Rusia, y el mitin —organizado para conmemorar el octavo aniversario de la anexión de Crimea por parte de Moscú— estuvo rodeada de sospechas de que era una exhibición de patriotismo fabricada por el Kremlin.

Varios canales de Telegram críticos del Kremlin informaron que estudiantes y empleados de instituciones estatales de varias regiones recibieron órdenes de sus superiores de asistir a mítines y conciertos para celebrar el aniversario. Tales reportes no han podido ser verificados de forma independiente.

La policía moscovita dijo que más de 200.000 personas acudieron al estadio Luzhniki y sus alrededores. El acto incluyó canciones patrióticas, entre ellas una interpretación de “Hecho en la URSS”, con la frase inicial “Ucrania y Crimea, Bielorrusia y Moldavia, todo es mi país”.

Tratando de presentar la guerra como justa, Putin parafraseó la Biblia al decir sobre las tropas rusas: “No hay mayor amor que entregar el alma por los amigos”.

Subiendo al escenario, donde un cartel decía: “Por un mundo sin nazismo”, arremetió contra sus enemigos en Ucrania, a los que calificó de “neonazis”, e insistió en que sus acciones eran necesarias para evitar un “genocidio”, una afirmación refutada por mandatarios de otros países.

Las transmisiones de vídeo del acto se cortaron en algunos momentos, pero mostraban a una multitud que lo aclamaba con fuerza y que gritaba ”¡Rusia!”

La aparición de Putin supuso un cambio respecto a su relativo aislamiento de las últimas semanas, en las que se le ha mostrado reunido con líderes mundiales y su personal en mesas extraordinariamente largas o por videoconferencia.