Las mordeduras de animales pueden conllevar varios riesgos, entre el más común está la infección, pues la boca de los animales contiene múltiples bacterias. Asimismo, puedes contraer alergias o contagio de rabia o tétanos, entre otros males.

Por otra parte, es importante saber cómo tratar la herida inicialmente, si no tienes acceso a atención médica inmediata. Es fundamental no ignorar una mordida, y determinar qué tipo de animal fue el causante. De allí el tratamiento a seguir. Aunque puedan parecer muy inofensivos, es prudente no exponerse demasiado a perros y gatos callejeros, que pueden atacar sorpresivamente.

En Estados Unidos, las mordeduras de animales provienen principalmente de gatos y perros domésticos. Las mordeduras de otras especies, como monos, ratas, osos, cerdos, hurones, caballos, ovejas, caimanes, cocodrilos, cobayas, hámsteres, cisnes y tiburones, se documentan principalmente mediante estudios a pequeña escala o informes de casos individuales, reseña los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

Riesgos tras una mordida de animal

  • Infección bacteriana: Las mordidas pueden introducir bacterias como PasteurellaStaphylococcus o Streptococcus que causan infecciones locales y sistémicas.
  • Rabia: Si el animal está infectado con el virus de la rabia, esta es una enfermedad grave, casi siempre mortal sin tratamiento inmediato.
  • Tétanos: Las heridas por mordida pueden contaminarse con esporas de Clostridium tetani, causando un tétanos peligroso.
  • Daño tisular: Las mordidas pueden causar laceraciones profundas, daño a nervios, vasos sanguíneos o huesos.
  • Reacción alérgica: Algunas personas pueden desarrollar reacciones alérgicas severas o anafilaxia.
  • Enfermedades específicas de animales: Por ejemplo, la fiebre por mordedura de gato o enfermedades transmitidas por garrapatas si el animal las porta.

Qué hacer tras una mordida

  • Lavar y desinfectar la herida inmediatamente.
  • Acudir a urgencias para evaluación médica.
  • Administrar antibióticos si el médico lo indica.
  • Evaluar la necesidad de vacuna contra la rabia y/o tétanos.
  • Vigilar signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, dolor, fiebre.

Síntomas comunes de una infección por mordedura

Los síntomas comunes de infección después de una mordedura de animal incluyen:

  • Enrojecimiento y aumento de la hinchazón alrededor de la herida.
  • Dolor en la zona afectada.
  • Supuración o secreción amarilla o verde de la herida.
  • Cambio en el color de la piel alrededor de la mordedura.
  • Sensibilidad extrema y calor en el área mordida.
  • En casos más graves, pueden aparecer fiebre y malestar general.

En situaciones de infección por rabia, que es una complicación grave, pero menos común, los síntomas iniciales pueden incluir hormigueo, picazón, sensación de cosquilleo alrededor de la mordedura, fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Posteriormente, pueden desarrollarse síntomas neurológicos como irritabilidad, confusión, espasmos musculares, convulsiones, dificultad para tragar (hidrofobia) y salivación excesiva.

¿Por qué no suturar una mordida?

No se suele suturar una mordida debido al alto riesgo de infección. Las heridas por mordedura tienen muchas bacterias en la boca del animal o persona que mordió, y al suturarlas se puede atrapar esa infección dentro de la herida, lo que empeora la situación. Por eso, en general, se recomienda dejar la herida abierta inicialmente para hacer una limpieza adecuada y tratamiento con antibióticos, y solo suturar si la herida está limpia, reciente (menos de 6-12 horas), no tiene signos de infección y depende del lugar de la mordida (por ejemplo, algunas en la cara pueden cerrarse antes).

Además, cerrar una herida contaminada puede retrasar la cicatrización y aumentar complicaciones graves. La decisión sobre suturar una mordida depende del tipo de mordida, estado de la herida, tiempo desde la lesión y evaluación clínica para minimizar el riesgo de infección.

Mordedura de serpiente

En caso de una mordedura de serpiente, lo primordial es mantener la calma y la extremidad afectada lo más inmóvil posible para evitar que el veneno se disemine rápidamente por el cuerpo. Se recomienda no caminar y esperar a ser transportado en una camilla hacia un hospital.

Es importante lavar la herida con agua y jabón para evitar infecciones y cubrir con un trozo de tela unos centímetros por encima de la mordedura, sin apretarla demasiado ni hacer un torniquete. Contrariamente a lo que comúnmente vemos en las películas, no se debe cortar la herida ni intentar succionar el veneno, ya que esto puede causar más daño. Es recomendable llamar inmediatamente al número de emergencia local para recibir ayuda médica profesional.

Es útil también observar o fotografiar la serpiente desde una distancia segura para poder describirla al equipo médico y así identificar si es venenosa. La atención médica puede incluir la administración de antídoto si la serpiente es venenosa.

No se recomienda marcar el lugar de la mordedura ni aplicar hielo directamente sobre la herida. Mantener la extremidad mordida elevada puede ayudar a reducir la propagación del veneno. Quitar cualquier joya o ropa ajustada de la extremidad mordida también es aconsejable debido a la posible inflamación.