La tocofobia es el miedo patológico, persistente, irracional y desproporcionado al embarazo y, más frecuentemente, al parto.

Un estudio reciente publicado en la revista Scientific Reports encontró que durante la pandemia, las mujeres embarazadas incrementaron sus niveles de angustia y ansiedad. Como consecuencia, registraron un mayor volumen y grosor de la placenta.

Aunque para la mayoría de las mujeres sea el momento más feliz de su vida, existe un 3% que padece verdadero pánico a tener un hijo.

Para la investigación se reclutaron mujeres mayores de 17 años con embarazos únicos para participar en el estudio entre junio de 2020 y abril de 2021. Se excluyeron a quienes no podían ingresar al escáner de resonancia magnética por razones físicas/fisiológicas.

Completaron una encuesta sobre el inventario de ansiedad de estado (SSAI) o rasgo (STAI) de Spielberger, la escala de depresión posparto de Edimburgo (EDPS) y la escala de estrés percibido (PSS).

El estudio explica que las medidas de angustia materna, como se refleja en las respuestas EPDS y PSS, fueron más altas en la cohorte pandémica. La cohorte pandémica también exhibió un mayor volumen y grosor de la placenta, pero una elongación reducida, ajustada por edad gestacional en la resonancia magnética.

Pero el volumen / grosor placentario no cambió cuando se ajustó aún más para el sufrimiento materno. La cohorte pandémica también exhibió una GL media más baja pero una GL de curtosis alta y una GL asimétrica.

Tipos de tocofobia

En el caso de desarrollarse este miedo una vez estando embarazada, se tiende a pensar en formas de evitar el parto, para no pasar por el miedo de tener un parto vaginal doloroso e incluso depresión posparto o pensamientos de rechazo hacia el bebé.

Especialistas han descrito dos tipos de tocofobia:

– Primaria: se da en mujeres primerizas que, a pesar de querer ser madres, temen sufrir en el parto, tiemblan ante los posibles cambios o sufren pensando que el hijo pueda tener algún problema o enfermedad. Esto retrasa su embarazo o las frena a la hora de querer tener un hijo.

– Secundaria: le sucede a mujeres que ya han tenido una experiencia traumática anterior (ya sea en un embarazo o durante el parto) y temen de forma incontrolable el tener que volver a pasar por la misma situación.