Las fuerzas rusas que se acercaban a Kiev se estaban reagrupando este viernes al noroeste de la capital ucraniana, reflejaron nuevas imágenes satelitales que podrían sugerir que el Kremlin está planeando un asalto a la ciudad en pocos días.
Rusia ha estado bombardeando a las ciudades ucranianas mientras su grupo principal de ataque al norte de Kiev estuvo paralizado desde los primeros días de la invasión, lo que descartó temores iniciales de un ataque relámpago contra la capital.
Las acciones más intensas habían sido en la parte oeste y el sur del país, donde se encuentran las regiones separatistas prorrusas de Luhansk y Dombás, y en los puertos de Odessa y Mariúpol, pero este viernes se registraron ataques cerca de las ciudades de Ivano-Frankivsk y Lutsk, en el oeste, y lejos de los primeros objetivos de la ofensiva.
El alcalde de Ivano-Frankivsk ordenó a muchos residentes que buscaran abrigo en los refugios tras una alerta de ataque aéreo. En Lutsk se anunció también una operación aérea cerca del aeropuerto, pero hasta ahora no se habían reportado muertos ni heridos.
Las imágenes satelitales parecían mostrar que una enorme caravana que estaba a las afueras de Kiev se ha dispersado hacia pueblos y bosques próximos a la capital.
Un informe del Ministerio de Defensa británico dijo que las fuerzas rusas solo han hecho progresos limitados debido a los problemas de logística y la resistencia ucraniana.
Ucrania, por su parte, afirmó que las fuerzas rusas se estaban reagrupando después de sufrir fuertes pérdidas. En un comunicado durante la noche, el Estado Mayor del ejército dijo que los invasores se tuvieron que replegar a “posiciones desfavorables” en un área cerca de la frontera con Bielorrusia y a la retaguardia de la columna que avanza sobre Kiev.
En Mariúpol, se reportó que la situación es cada vez más desesperada y los civiles atrapados allí mendigan comida y combustible. Más de 1.300 personas han muerto en los 10 días de sitio contra ciudad bajo un clima muy frío, según la viceprimer ministra ucraniana Iryna Vereshchuk.
Los residentes no tienen calefacción ni conexión telefónica, y muchos carecen de electricidad. En la noche, las temperaturas descienden por debajo del punto de congelación, y de día están apenas por encima. Los cadáveres se entierran en fosas comunes y las calles están llenas de vehículos incendiados, vidrios rotos y árboles destrozados.
Por séptimo día consecutivo, Rusia anunció planes de un alto al fuego para permitir la salida de civiles de Mariúpol, mientras Ucrania dijo que prepararía un plan de evacuación para la ciudad.
Todos los intentos de llegar hasta Mariúpol han fracasado y ambas partes se acusan mutuamente de no respetar las treguas acordadas.
Washington dijo que los ataque de Rusia contra civiles en Mariúpol son un crimen de guerra, pero Moscú niega que esté atacando a civiles.