La Unión Europea, un bloque de 27 naciones, cerrará su espacio aéreo a las aerolíneas rusas, financiará el suministro de armas a Ucrania y prohibirá algunos medios de comunicación pro-Kremlin en respuesta a la invasión de Rusia.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el domingo que “por primera vez, la Unión Europea financiará la compra y entrega de armas y otros equipos a un país que está bajo ataque”.

Von der Leyen agregó que “estamos cerrando el espacio aéreo de la UE para los rusos. Proponemos una prohibición de todas las aeronaves de propiedad rusa, registradas en Rusia o controladas por Rusia. Estos aviones ya no podrán aterrizar, despegar o sobrevolar el territorio de la UE”.

Dijo también que la UE prohibirá “la máquina mediática del Kremlin. Las empresas estatales Russia Today y Sputnik, así como sus filiales, ya no podrán difundir sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sembrar la división en nuestra Unión”.

Von der Leyen agregó que la UE también sancionará al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, por apoyar la campaña militar generalizada de Rusia en Ucrania.

“Golpearemos al régimen de Lukashenko con un nuevo paquete de sanciones”, dijo.

Por su parte, Alemania anunció el domingo que destinaría 100.000 millones de euros (113.000 millones de dólares) a un fondo especial para las fuerzas armadas y que mantendría su gasto en defensa por encima del 2% del PIB a partir de ahora. Este fue uno de los cambios más significativos en la política de seguridad europea en décadas, provocado por la invasión de Rusia a Ucrania.

El anuncio del canciller alemán Olaf Scholz —que se produjo horas después de que Alemania anunció que enviaría armas y otros suministros directamente a Ucrania— subrayó cómo la guerra de Rusia en Ucrania estaba reescribiendo la política europea de seguridad posterior a la Segunda Guerra Mundial.

En tanto, Israel se ofreció como mediador para ayudar a negociar el fin de los combates, dado que disfruta de buenas relaciones tanto con Rusia como con Ucrania, y manifestantes tomaron las calles de las capitales europeas para exigir el fin de la guerra, la mayor ofensiva terrestre en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.

En Berlín, miles de personas se congregaron frente a la Puerta de Brandemburgo para protestar por la invasión, algunos ondeaban banderas ucranianas amarillas y azules para mostrar su apoyo. Otros portaban pancartas con lemas como “Manos fuera de Ucrania” y “Putin, ve a terapia y deja a Ucrania y al mundo en paz”.

En el Vaticano, las banderas ucranianas ondearon en la Plaza de San Pedro mientras el papa Francisco daba su oración semanal.

El cambio de política alemán se produjo mientras Italia, Austria y Bélgica se unieron a otros países europeos para cerrar su espacio aéreo a los aviones rusos, e Israel anunció que enviaría 100 toneladas de ayuda humanitaria para ayudar a los civiles en Ucrania.

Israel también se ofreció como mediador durante una llamada telefónica entre el primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el presidente ruso, Vladimir Putin, dijeron el Kremlin e Israel. Un alto funcionario israelí —que habló bajo condición de anonimato debido a que el asunto diplomático es confidencial— dijo que Bennett le dijo a Putin que Israel estaba listo para ayudar tanto como sea necesario. Moscú no ha respondido si aceptarán.

En el frente europeo, los ministros del Interior y de Relaciones Exteriores de la Unión Europea mantuvieron conversaciones de emergencia el domingo para responder a la crisis y qué hacer frente a la afluencia de refugiados de Ucrania.

La ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, dijo que hasta el domingo más de 365.000 personas habían huido del país y estimó que 4 millones podrían huir si los combates se extienden.