El gobierno de Venezuela dejó en libertad a dos estadounidenses encarcelados, entre ellos un ejecutivo petrolero retenido junto a varios compañeros desde hace más de cuatro años, mientras busca mejorar sus relaciones con el gobierno de Joe Biden en plena guerra de Rusia en Ucrania, anunció la Casa Blanca el martes por la noche.
Gustavo Cárdenas quedó libre tras una visita secreta al país de altos funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos el principal funcionario de la Casa Blanca para América Latina y el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado. Las autoridades venezolanas liberaron también a Jorge Fernández, arrestado el año pasado por lo que Washington describió como “cargos falsos”.
“Estos hombres son padres que han perdido un tiempo precioso con sus hijos y con todos sus seres quedos, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia”, afirmó el presidente Biden en un comunicado.
La liberación se produjo horas después de que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, indicara su interés por mejorar las relaciones con Estados Unidos en medio de la invasión rusa a Ucrania y la preocupación en Washington por el aumento de los precios de la gasolina.
En un discurso televisado, Maduro pareció indicar que estaba dispuesto a acceder a las demandas estadounidenses de reanudar las negociaciones con sus opositores como primer paso para cualquier alivio de las sanciones que llevan años castigando al país miembro de la OPEP.
Los funcionarios estadounidenses no han señalado otros resultados específicos de las conversaciones, pero apuntaron que las liberaciones reflejaron meses de trabajo para la construcción de una relación entre las dos naciones, especialmente por parte de Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes.
Carstens volvió a casa con las manos vacías de un viaje anterior a Caracas en diciembre, que según altos cargos sirvió sin embargo para establecer una relación de confianza y sentar las bases para la liberación del martes. Pero regresó a Venezuela el pasado fin de semana con otros funcionarios del gobierno, entre ellos Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, y el embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde la vecina Colombia.
El ejecutivo de Biden la describió como la primera visita de un funcionario de la Casa Blanca al país desde que Hugo Chávez tomó las riendas a finales de la década de 1990, y una rara ocasión de discutir cuestiones políticas con el gobierno de Maduro. Un funcionario dijo que fue “un diálogo constructivo, diplomático pero muy sincero” y que no supuso ningún quid pro quo pero permitió al gobierno estadounidense compartir su “visión del mundo” con el mandatario venezolano.