La cuñada del presidente peruano Pedro Castillo se entregó el miércoles a la fiscalía luego de que la policía la buscara sin éxito la víspera en el palacio presidencial para detenerla por supuestamente integrar un grupo de lavado de activos que estaría liderado por el mandatario.

José Dionicio, abogado de Yenifer Paredes —la cuñada de 26 años del presidente y a quien la pareja presidencial crió como hija desde niña_, dijo a la radio local RPP que su defendida se presentó de forma voluntaria y no se convertirá en delatora porque se considera inocente.

Dionicio no dio detalles sobre dónde pernoctó Paredes ni dónde estaba durante la intervención policial en el palacio presidencial.

La fiscalía acusa a Castillo, a varios familiares, al actual ministro de Transportes Geiner Alvarado y a un alcalde del pueblo donde vivía el mandatario de integrar un grupo criminal. La coordinadora del mismo sería la primera dama y los testaferros tres cuñados de Castillo, incluida Paredes. Las empresas fachada serían propiedad de personas cercanas a la familia presidencial.

La fiscalía presume que Paredes ayudó al dueño de una de las supuestas empresas fachada a obtener obras públicas pese a no tener la capacidad económica para garantizar la ejecución de las obras ni la experiencia.

Imágenes de varias televisoras mostraron a la cuñada del presidente ingresando a la fiscalía mientras decenas de personas la apoyaban, varias de ellas dirigentes campesinos que se reunieron con Castillo por la mañana.

Algunos manifestantes llevaban carteles que decían “Abajo la prensa basura” y “Cierre del Congreso”. Castillo les dijo temprano a los campesinos que ahora tomará decisiones distintas en sus relaciones con el Parlamento, pero no especificó cómo lo hará.

“Hemos dado el plazo suficiente, muchas veces hemos querido… trabajar de la mano, pero han tenido una agenda propia”, dijo.

En un año el Parlamento ha buscado destituirlo dos veces sin lograr los 87 votos necesarios.

Benji Espinoza, el principal abogado del presidente y de su esposa Lilia Paredes, renunció temprano a la defensa, pero sin precisar los motivos. Por la noche Espinoza retomó la defensa, pero tampoco explicó las razones y sólo dijo que formaban parte “del derecho al secreto profesional”.

Más tarde otros videos mostraron a Paredes dentro de la fiscalía sentada junto a una mujer que la acompañaba, rodeada de fiscales y policías. Otros dos miembros del círculo presidencial —un sobrino y el exministro de Transportes Juan Silva— siguen prófugos.

El martes, tras la fallida búsqueda, el presidente indicó que la fiscalía “montó un show mediático”, y añadió que existe una confabulación de una parte del Congreso, el Ministerio Público y un sector de la prensa para “tomar el poder de forma ilegal”.

“Podrán tener medios, dinero, pero no tienen al pueblo”, dijo.

La policía también había buscado a Paredes en la casa de una prima en Lima y en su domicilio rural en los Andes de Cajamarca, donde la pareja presidencial la crio desde niña cuando su madre murió. La justicia también ordenó detener a otros integrantes de la presunta red.

Castillo, quien enfrenta cinco investigaciones fiscales —la mayoría por presunta corrupción_, niega todas las acusaciones. Gobierna desde hace un año y su mandato terminará en 2026.