Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, 34.2 millones de personas de todas las edades sufren diabetes, una enfermedad crónica y, en muchos casos, mortal. De ellas, 7.3 millones no lo sabían. Ciertos indicios en nuestro cuerpo pueden advertirnos de esta condición; las siguientes son seis señales de diabetes que es mejor no ignorar, según una doctora especializada en diabetes.
Orinar en exceso o tener sed desmesurada
La polidipsia (sed en incremento) o la poliuria (orinar en exceso y frecuentemente) son dos signos comunes de diabetes y están relacionados con el funcionamiento de los riñones, que son los órganos encargados de filtrar y absorber la glucosa.
“Los niveles altos de glucosa funcionan como un diurético que conduce a una micción excesiva. Esta micción excesiva puede provocar sed y deshidratación extremas”, explicó la doctora Deena Adimoolam, endocrinóloga de Yale especializada en diabetes, al portal especializado Eat This, Not That!
Tener hambre todo el tiempo
En el caso de la diabetes tipo 1 o tipo 2, las células no pueden tomar energía de la glucosa que se consume naturalmente con los alimentos, por lo que una persona con este padecimiento busca alimentos constantemente para equilibrar ese déficit. Pero, de hecho, a pesar de que coman durante la mayor parte del día, es probable que se sientan constantemente fatigados, con náuseas y sequedad en la boca. “Comer más no ayudará; lo que ayuda es tomar medicamentos para ayudar a que la glucosa vuelva a las células y la utilicen como energía”, explicó la especialista.
Hormigueo en las extremidades
Según la Clínica Mayo, un 50% de los enfermos de diabetes pueden experimentar hormigueo, dolores o calambres en los pies o las manos debido a la neuropatía diabética, pues los altos niveles de glucosa pueden afectar los nervios de muslos, caderas o piernas, incluso del pecho y el abdomen.
Ver borroso
La doctora Adimoolam señala que cuando el organismo presenta altos niveles de azúcar en la sangre el cristalino del ojo se hincha, por lo que el agua entra a esta parte del aparato ocular. Además los vasos sanguíneos de la retina también pueden dañarse, condiciones que pueden afectar la nitidez de la vista.
Piel oscura
Conocida como acantosis nigricans, esta condición consiste en el surgimiento de parches de piel oscura, principalmente en las axilas y la parte posterior del cuello. Esto puede deberse a la resistencia a la insulina que, según al doctora Adimoolam, provoca un crecimiento de este tipo de células oscuras en la piel.
Heridas que no cierran
Este síntoma es muy conocido entre las personas con diabetes: un rasguño o una herida que una persona con niveles normales de azúcar en la sangre suele cicatrizar en unos cuantos días, en un diabético puede incluso desencadenar una infección. La experta explica que esto se debe a que los valores altos de glucosa daña los vasos sanguíneos, por lo que la sangre no fluye correctamente hacia las heridas y la cicatrización se hace más lenta.
Ante la presencia de alguno o varios de estos síntomas, lo mejor es que consultes a tu médico para una valoración completa. Recuerda que la diabetes es una enfermedad crónica que puede controlarse con apoyo especializado y cambios en tu estilo de vida.