El Senado votó el lunes para confirmar a Lori Chavez-DeRemer como secretaria del Trabajo de Estados Unidos, un puesto del gabinete en el que estará a cargo de hacer cumplir los derechos y protecciones laborales ordenados por el gobierno federal en un momento en que la Casa Blanca intenta despedir a miles de empleados gubernamentales.
Chavez-DeRemer supervisará el Departamento del Trabajo, uno de varios departamentos ejecutivos mencionados en demandas que desafían la autoridad del multimillonario Elon Musk y del Departamento de Eficiencia Gubernamental a su cargo para ordenar despidos y acceder a datos gubernamentales delicados.
El Departamento del Trabajo tenía casi 16.000 empleados a tiempo completo y un presupuesto propuesto de 13,9 mil millones de dólares para el año fiscal 2025. Algunas de sus vastas responsabilidades incluyen informar sobre la tasa de desempleo en Estados Unidos, regular los estándares de salud y seguridad en los sitios de trabajo, investigar disputas sobre el salario mínimo, el trabajo infantil y el pago de horas extras, y hacer respetar leyes sobre la organización sindical y los despidos ilegales.
Varios sindicatos destacados, incluido el Teamsters, respaldaron la nominación de Chavez-DeRemer. La excongresista republicana de Oregon es hija de un Teamster, y durante su único mandato en la Cámara de Representantes se granjeó la reputación de ser partidaria del sindicalismo.