La depresión no se limita al estado emocional que tenemos frente a los problemas de la vida, sino a un estado de ánimo que se mantiene por un tiempo determinado, que puede cursar entre tristeza, irritabilidad y una profunda falta de interés o motivación en diferentes aspectos de la vida. La causa de este trastorno puede ser multifactorial y uno de ellos es la alimentación.

Estudios observacionales en poblaciones juveniles tanto en Australia como en Japón, donde el grupo se alimentaba con frecuencia de comida rápida poco saludable, concluyeron una mayor tendencia a la irritabilidad y la violencia. Una dieta de este tipo no suele cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, que cumplen un rol importante en la formación de neurotransmisores y una correcta respuesta del sistema nervioso frente a estímulos externos.

Una dieta saludable, en cambio, donde predominan las verduras, frutas, granos y menestras, pescado y huevo, favorecen el equilibrio y estabilidad en el estado de ánimo.