La frase de que el perro es el mejor amigo del hombre casi siempre es cierta, sin embargo, en ocasiones el destino juega una mala pasada. Como ejemplo está el doctor británico Jaco Nel, quien perdió sus piernas, dedos y parte de su cara por la lamida de su perro Harvey, que lo contagió de una extraña enfermedad.

De pronto, la vida del doctor Nel cambió tras jugar con su fuel compañero Harvey, su mascota, un coker spaniel, cuando le hizo un pequeño arañazo del que salió un poco de sangre; el perro le lamió la herida y el doctor la desinfectó.

Pese a que siendo médico trató la herida siguiendo el protocolo, nunca se imaginó lo que estaba por suceder solo dos semanas después, la saliva de su perro le provocó una septicemia, que es la principal causa de muerte por infección en el mundo.

Antes de presentar síntomas, según comentó a la BBC, el canino murió. Después, él tuvo algunos cuadros característicos de resfriado y no le dio mayor importancia.

Sin embargo, un día despertó mareado y aturdido, por lo que tuvo que ser trasladado de emergencia a hospital. La enfermedad le provocó fallas en sus riñones y también lo tuvieron que someter a diálisis. Para detener el avance de la infección, tuvo que sufrir la amputación de ambas piernas, dedos de la mano y la punta de la nariz.

“Supe desde casi el principio que acabaría perdiendo las piernas y los dedos, pero no estaba seguro de lo que le pasaría a mi cara. Perdí la punta de la nariz y mis labios tienen cicatrices, me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer”, dijo.

Pese que su vida cambió por completo, ahora de 56 años, quiere que otros médicos con discapacidades sepan que hay esperanza de continuar con sus funciones, como lo declaró en entrevista con el The Oldham Times.

Este caso no es el único en circunstancias parecidas, en 2018, Greg Manteufel, un hombre en Estados Unidos, perdió piernas y manos debido a que contrajo una inusual infección en la sangre después de que un perro lo lamió.

En aquel momento, la infección provocó que cayera la presión sanguínea y que disminuyera rápidamente la circulación a las extremidades.