Una fuerte explosión ocurrida por una fuga de gas procedente de una toma clandestina la madrugada del domingo dejó al menos un muerto y 11 personas heridas, cuatro de ellas menores, y el derrumbe de medio centenar de casas en un municipio al norte de la ciudad de Puebla, en el centro de México.

En una conferencia de prensa dirigida por el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, junto con autoridades civiles, militares y de Petróleos Mexicanos, explicaron que se evitó una tragedia mayor gracias a una llamada de emergencia previa a la explosión, alertando de una nube blanca y olor a gas, lo que permitió la evacuación de 2.000 personas en un radio de un kilómetro.

De los once hospitalizados, algunos hasta con el 75% del cuerpo quemado, tres se encuentran intubadas y otras dos en estado grave, indicaron.

Barbosa dijo que han empezado las labores de rescate con binomios caninos por su pudiera haber personas entre los escombros aunque indicó que no hay reportes de desaparecidos.

La explosión tuvo lugar en San Pablo Xochimehuacán, un suburbio muy poblado al norte de Puebla, poco antes de las tres de la madrugada.

El primer reporte de la nube de gas se recibió 80 minutos antes de la explosión más fuerte (hubo tres en total) lo que permitió a las autoridades ya alertadas comenzar la evacuación, primero en un radio de 300 metros hasta llegar al kilómetro. Incluso se tuvo que evacuar unas horas un hospital que poco después ya funcionaba con normalidad.

“Si no hubiera habido desalojo y no hubiera habido coordinación hubiera habido una tragedia de grandes proporciones, terrible”, aseguró Barbosa.

Las imágenes difundidas en redes sociales en plena noche en las que se observan grandes llamaradas y se escuchan las explosiones sembraron el pánico en la zona, pero Javier González, de Petróleos Mexicanos, insistió en que el riego está ya “completamente controlado”. Sin embargo, las autoridades pedían a los habitantes no volver al área siniestrada donde donde apenas al amanecer se pudo operar de forma más ágil.

Según los datos preliminares, el origen de la fuga fue un predio particular desde donde se estaba robando gas. En el lugar, de la toma clandestina había un camión cisterna y 25 cilindros de gas de 20 kilos cada uno que los delincuentes estaban probablemente cargando, explicó González. Al expandirse la nube encuentra puntos calientes y es lo que origina las explosiones.

En México ha proliferado el robo sobre todo de petróleo. Los criminales perforan los ductos de combustible para extraerlo con los riesgos que eso provoca. El suceso más grave de este tipo ocurrido en México fue en enero de 2019 en Tlahuelilpan, al norte de Ciudad de México, donde murieron 130 personas por una fuga de combustible.

El domingo por la mañana, un total de 1.400 efectivos entre militares, Guardia Nacional, policías y bomberos municipales y estatales e incluso efectivos de emergencia llegados del vecino estado de de Tlaxacala y de la zona del Valle de México, se encontraban desplegados en San Pablo Xochimehuacán.

El gobernador se comprometió a que no hubiera impunidad por lo ocurrido y a indemnizar a los damnificados y reconstruir las viviendas.