Si bien las dudas sobre las vacunas contra el COVID-19 persisten entre muchas personas, para el 51.5% de la población estadounidense que ya está completamente vacunada, la pregunta ahora es si es conveniente aplicarse una tercera dosis. Un inmunólogo explicó algunas razones para tomar esa dosis de refuerzo en septiembre próximo, cuando las autoridades estadounidenses han anunciado que comenzará su aplicación.

Scott Hensley, inmunólogo y microbiólogo de la Universidad de Pensilvania, explicó a CNN que a pesar de que las vacunas de COVID disponibles actualmente son altamente efectivas para evitar la enfermedad grave, un refuerzo sería necesario en vista de que la inmunidad disminuye naturalmente, las variantes son un riesgo constante y las personas han tardado en vacunarse.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., actualmente un 51.5% de la población está completamente vacunada, ocho meses después de que inició la aplicación de los fármacos.

Anticuerpos a la baja

De manera natural, los anticuerpos generados por las vacunas disminuyen al paso del tiempo, y las variantes también contribuyen a esta condición. “Con algunas variantes, el virus puede llegar a entrar en las células y replicarse durante una o dos rondas”, explicó Hensley a la publicación.

Esta visión coincide con lo dicho por Vivek Murthy, cirujano general de EE.UU., en una sesión informativa en la Casa Blanca: “Los datos recientes dejan en claro que la protección contra las enfermedades leves y moderadas ha disminuido con el tiempo. Esto probablemente se deba tanto a la disminución de la inmunidad como a la fuerza de la variante Delta generalizada”, señaló.

Todos respiramos el mismo aire

El SARS-CoV-2 se transmite por el aire, y una persona completamente vacunada respira el mismo aire que una persona no vacunada. “Incluso si estás vacunado, todos respiramos el mismo aire”, explicó Hensley. “Nuestras posibilidades de respirar SARS-CoV-2, ya sea que esté vacunado o no, siguen siendo las mismas“, añadió.

Por ello es importante continuar usando mascarillas, pues “es la única manera de evitar que el virus suba por la nariz”, dijo el inmunólogo.

Las nuevas variantes del virus

Según los CDC, la variante Delta es ya responsable de 99% de las nuevas infecciones de COVID-19 en EE.UU., pues puede resultar más contagiosa que la varicela o el ébola. Las autoridades de salud del país, incluida la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, han advertido que esta mutación del virus original puede disminuir la efectividad de las vacunas.

Una investigación reciente que analizó cuánto protegen las vacunas actuales de COVID contra la variante Delta encontró que las dos dosis del biológico de Pfizer pueden llegar a un 88% de eficacia, pero este porcentaje puede disminuir si se siguen presentando variantes. Y la única manera de detener a las variantes es frenar la transmisión de la enfermedad.

Si el virus continúa infectando a personas vacunadas, puede evolucionar en mutaciones que evadan la inmunización, por lo que vacunarse por completo a la brevedad sigue siendo una buena idea.