Un hombre armado mató al menos a cuatro personas al disparar y después incendiar una iglesia mormona en Míchigan, en el norte de Estados Unidos, un incidente que el presidente Donald Trump describió como parte de una “epidemia de violencia”.
Estados Unidos ha experimentado un claro aumento de la violencia política en los últimos años. Este mes fue asesinado el activista de derecha Charlie Kirk y un hombre atacó a tiros un centro de detención de migrantes en Dallas, en Texas.
La policía del estado de Míchigan señaló que el tirador embistió primero la iglesia con su vehículo, abrió fuego con un rifle de asalto y luego incendió el edificio.
El sospechoso, Thomas Jacob Sanford, de 40 años, fue abatido por las fuerzas de seguridad ocho minutos después del inicio del ataque, informó el jefe de la policía de la localidad de Grand Blanc, William Reyne, en una conferencia de prensa.
Las autoridades reportaron dos fallecidos luego del ataque, pero después encontraron “un par de cadáveres más” entre los escombros de la iglesia incendiada. Reyne afirmó que las labores de búsqueda continúan.
Más temprano, el funcionario dijo que ocho personas resultaron gravemente heridas, una de ellas en estado crítico.
Las imágenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc, un suburbio de la ciudad de Flint, muestran el templo reducido a cenizas.
Las autoridades sospechan que el sospechoso usó un combustible, probablemente gasolina, y prendió fuego a la iglesia deliberadamente. También hallaron dispositivos explosivos en la zona, pero no está claro si fueron usados para iniciar el incendio, agregaron.
























