No siempre se puede asumir que un producto de origen vegetal es sinónimo de salud. Así lo explicó Mellor en un comunicado, señalando que, al fin y al cabo, el azúcar también es de origen vegetal. Muchos alimentos que no contienen productos animales, como galletas, patatas fritas, dulces y refrescos, son técnicamente vegetales, pero la mayoría de las personas no los considerarían esenciales en una dieta saludable.

Un nuevo estudio, que los autores denominan “el primero” en demostrar esta relación, revela que el consumo de comida chatarra de origen vegetal incrementa significativamente el colesterol malo y la hipertensión, lo que puede derivar en enfermedades cardíacas y muerte prematura. La autora principal del estudio, Renata Levy, investigadora del Centro de Investigación Epidemiológica en Nutrición y Salud de la Universidad de São Paulo (Nupens/USP) en Brasil, explica que los productos de origen vegetal pueden ser beneficiosos para la salud o pueden representar un riesgo, dependiendo del nivel de procesamiento al que son sometidos.

Los alimentos ultraprocesados pasan por múltiples procesos industriales que incluyen el calentamiento, la fracturación hidráulica de nutrientes y proteínas, el moldeado y la compresión. A estos productos se les añaden químicos para alterar su color, olor, sabor y textura, haciéndolos muy atractivos para el paladar y extremadamente convenientes, ya que requieren poco o ningún tiempo de preparación.

En contraposición, los alimentos no procesados incluyen frutas y verduras frescas, huevos y leche. Los alimentos mínimamente procesados son aquellos que incluyen ingredientes culinarios como sal, hierbas y aceites, así como productos enlatados y verduras congeladas que combinan ingredientes culinarios con alimentos no procesados.

La investigadora Fernanda Rauber, del Nupens/USP, subraya que los aditivos alimentarios y los contaminantes industriales presentes en estos alimentos podrían causar estrés oxidativo e inflamación, aumentando aún más los riesgos para la salud. Por tanto, los resultados del estudio respaldan el cambio hacia opciones de alimentos de origen vegetal que consideren el grado de procesamiento para mejorar la salud cardiovascular.

Publicado el lunes en la revista The Lancet Regional Health – Europe, el estudio utilizó datos del Biobanco del Reino Unido, un estudio longitudinal que incluye participantes de Inglaterra, Escocia y Gales. Más de 118.000 personas de entre 40 y 69 años respondieron preguntas sobre sus hábitos alimenticios. Esa información se vinculó a los registros hospitalarios y de mortalidad para evaluar el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular.

También se analizó el impacto de los productos cárnicos de origen vegetal, como salchichas, nuggets y hamburguesas, que por su naturaleza son ultraprocesados. Sin embargo, fue difícil determinar el riesgo específico de estos alimentos debido a su bajo consumo, explicó Peter Scarborough, profesor de salud de la población en la Universidad de Oxford en el Reino Unido, quien no estuvo involucrado en el estudio. Las alternativas cárnicas de origen vegetal representan sólo el 0,5% de todos los alimentos ultraprocesados de origen vegetal incluidos en el estudio.

El estudio reveló que más de la mitad de los alimentos ultraprocesados de origen vegetal examinados eran panes, pasteles, bollos, tartas y galletas envasados. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar no solo el origen vegetal de los alimentos, sino también el grado de procesamiento al elegir opciones dietéticas para promover una mejor salud cardiovascular.